•Capitulo 12

66 9 1
                                    

Poon estaba en una oficina improvisada, con papeles esparcidos por la mesa. Tenía un mapa de la ciudad abierto delante de él, con varias marcas señalando los lugares de interés relacionados con el accidente. Su contacto en la policía, el detective Sun, estaba sentado frente a él, con una expresión pensativa.

—He revisado las grabaciones de las cámaras de seguridad alrededor del área del accidente —dijo Sun, deslizando un par de fotos impresas sobre la mesa hacia Poon—. Esos autos no estaban ahí por casualidad. Uno de ellos aparece en más de un video, siguiendo a Aou y Boom durante varios minutos antes del choque.

Poon frunció el ceño al mirar las imágenes. Uno de los autos era oscuro, con los vidrios tintados. El conductor no era visible, pero el hecho de que el auto apareciera en varias tomas diferentes no era algo que Poon pudiera ignorar.

—¿Has podido rastrear las placas? —preguntó Poon, sin apartar la vista de las imágenes.

Sun negó con la cabeza, dejando escapar un suspiro frustrado.

—Las placas parecen estar falsificadas. El coche no está registrado en ningún lugar oficial. Pero lo que sí encontramos es que este mismo auto ha sido visto en otras áreas de la ciudad, cerca de otros incidentes sospechosos. Aún estamos investigando los vínculos, pero podría estar relacionado con algo más grande de lo que imaginamos.

Poon sintió que el estómago se le revolvía. Sabía que algo estaba mal desde el principio, pero esto era peor de lo que esperaba. Aou y Boom podían haber sido víctimas de un ataque deliberado, y ahora parecía que el alcance del problema era mucho más amplio.

—No podemos permitir que esto quede así —dijo Poon, con determinación en la voz—. Sea lo que sea, lo vamos a descubrir. Aou no puede estar en esa cama por nada.

Sun asintió, recogiendo los papeles con calma.

—Estoy contigo en esto. Seguiré investigando. Te mantendré informado de cualquier novedad. Pero ten cuidado, Poon. Si alguien está detrás de esto, podría ser peligroso.

Poon asintió, agradecido por la advertencia, aunque no necesitaba que se lo dijeran. Sabía que estaba jugando con fuego, pero no tenía opción. Su mejor amigo estaba en un hospital por culpa de alguien, y no iba a descansar hasta que obtuviera respuestas.

──────⋆⋅☆⋅⋆──────

Cada día que pasaba, los movimientos de Aou se hicieron un poco más constantes. A veces movía un dedo, otras, sus párpados temblaban como si tratara de abrir los ojos. Estos signos daban esperanza a Boom y a todos los que esperaban su recuperación.

Un día, mientras Boom se encontraba hablando en voz baja, compartiendo recuerdos de sus días juntos, vio algo que hizo que su corazón se detuviera. Aou, con gran esfuerzo, abrió los ojos por primera vez.

Boom se quedó sin aliento, incapaz de hablar, mientras los ojos de Aou parpadeaban lentamente, como si tratara de enfocar. Era un momento frágil, y el silencio en la habitación se hizo más pesado.

—Aou... —susurró Boom, con lágrimas en los ojos—. Estoy aquí. Estás bien.

Aou intentó hablar, pero solo salió un susurro débil, apenas un sonido. Pero no importaba. Lo que importaba era que estaba ahí, que había vuelto a él, aunque fuera en pequeñas piezas.

Las lágrimas cayeron por las mejillas de Boom mientras tomaba la mano de Aou. A pesar del miedo, a pesar de la incertidumbre que aún pendía sobre ellos, había esperanza. Y Boom se aferró a esa esperanza con toda su fuerza.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 5 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

We trying again | [Aouboom]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora