Naruto: El Fantasma De Konoha

Capítulo 28: La Isla de Tsushima

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En un campo de entrenamiento dentro de la extinta Uzushiogakure, se hallaba una persona luchando arduamente contra 3 contrincantes. Una de estas era un hombre joven vistiendo un Kimono negro acompañado por un sombrero de heno. Cabello negro atado en una coleta samurai. Junto a una cicatriz en su mejilla izquierda. Este estaba luchando únicamente con su katana. Aquel no era nadie más que Jin Sakai, el espadachín que se ganó el respeto de los dioses y fue la pesadilla de los Mongoles en su tiempo. Otra era una persona ya en la vejez. Cabello blanco largo y barba de chivo del mismo color. Demostrando su avanzada edad. Este vestía un traje de cuerpo completo de color negro sobre una armadura samurai gris. En su espalda se hallaban 2 espadas de mango curvo unidas en forma de X. Siendo el antiguo líder de Uzushiogakure, temido y respetado por sus enemigos, sobreviviente de la 2da guerra mundial Shinobi. Ashina Uzumaki. La última, era una hermosa mujer de cabello rojizo, al igual que sus 9 colas ondeando libremente. Dicha mujer vestía un kimono muy revelador. Esa mujer no era nadie más que la poderosa Kyubi no Yoko. La más fuerte de los 9 bijus. Y la última persona. Era un joven de 18 años cumplidos hace poco. Dicho joven tenía el cabello rubio con puntas rojas amarrado. Aunque lo más peculiar eran sus marcas en las mejillas similares a los bigotes de un felino. Este vestía un kimono de entrenamiento blanco ya destrozado por la batalla. Se podía observar un cuerpo muy tonificado. Resultado del arduo entrenamiento físico. Este joven era Naruto Uzumaki Namikase. El rubio se vio obligado a esquivar un ataque de Jin dando un salto hacia atrás. Entonces sintió una fuente de chakra detrás de él alborotandose. Miró de reojo y vio a Kurumi preparando un Jutsu.

- Katōn: Kaen Sempū! - grito Kurumi expulsando una nube de fuego que iba aumentando gradualmente en forma de espiral. Naruto rapidamente hizo solo un sello de mano.

- Suiton: Suijinheki! - grito naruto expulsando una gran cantidad de agua. La mezcla de ambos Jutsus creo una espesa capa de vapor que rodeó tanto a Kurumi como al rubio. Fue el momento preciso para usar el Oído Agudo junto a su habilidades de sensor. Rápidamente encontró la presencia de la biju que se acercó en unos segundos hasta su posición. Estuvieron intercambiando golpes y patadas por un gran tiempo. Nadie parecía tener la ventaja. Naruto logró esquivar un rodillazo de kurumi moviéndose levemente a un lado. Y ahí aprovecho de dejar una marca Hiraishin en la espalda de la biju. Kurumi se dio cuenta de eso y usando una de sus colas le golpeó en el estómago con tal fuerza que terminó incrustado en unos árboles. La biju rápidamente intento eliminar la marca expulsando su chakra, pero era imposible. Entonces miro donde cayó su Jinchuriki y se asombro al ver que estaba peleando con un clon.

- donde estará? - se pregunto mentalmente kurumi mirando a su alrededor. Seguido de usar sus propias habilidades de sensora. En su caso, podría detectar las buenas y malas  intenciones que tendría cualquiera cerca de ella. Sin embargo, con naruto era un problema. Ya que gracias al entrenamiento mental de sus maestros. Logro aprender a ocultar sus intenciones de una manera nunca antes vista al momento de luchar. Lo cual le servía para ser impredecible ante cualquiera. Fue cuando kurumi escucho un leve sonido en el suelo que la alertó dando un gran salto. Vio aun más asombrada que eso solo fue una distracción hecha por un sello explosivo de muy baja potencia.

- maldición! - exclamó kurumi mirando alrededor sin señales de naruto. O eso pensó cuando vio que una bola de fuego se aproximaba a su posición a gran velocidad. Kurumi intento hacer un Jutsu Katōn, pero no lo logro ya que naruto apareció detrás de ella con una esfera azul del tamaño de un balón.

- Rasengan! - grito naruto chocando una de sus técnicas mas letales en la espalda de kurumi qué junto a la bola de fuego se unieron para crear una esfera llameante. Naruto salto desde una rama de árbol al medio del campo esperando ver a sus últimos oponentes. Algo que no tardo en suceder. Pues vio a lo lejos como se acercaban ambos espadachines corriendo a gran velocidad.