catorce

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Extra final.

Más tardaron los cocineros en sacar a los pajarracos de la cesta, qué estos en salir a provocar el caos, era como tener a Jin Guansang de nuevo en la gran secta de Laling Jin, el pobre Zixuan no podía con los destrozos que los engendros emplumados...

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Más tardaron los cocineros en sacar a los pajarracos de la cesta, qué estos en salir a provocar el caos, era como tener a Jin Guansang de nuevo en la gran secta de Laling Jin, el pobre Zixuan no podía con los destrozos que los engendros emplumados habian hecho por todo su hogar, no se explicaba por que los malditos hombres los mandaron vivos, tu les dijiste que querías que estubieran frescos, grito Yao desde arriba de una mesa, para no pisar todo el despansurradero qué las aves del mal estaban haciendo por toda la casa.

Wen Quing volvió a las fronteras de Gusu para recoger a sus hijos casi al amanecer, Ying tenia a los niños dormidos sobre un árbol de peras dulces, gracias hermano, yo lamento haberme cobrado a lo chino,  pero sabes que entre mis hijos y ese marido insufrible que me conseguí, mis mil vidas que tenía ahorradas se me están acabando sacando del infierno a ese mal hombre, decía la doctora a su hermano que la miraba con una zorrisa de zorro desvergonzado.

Haaaa mi hermana es tan poco sincera, esta bien que te preocupes por tu familia, si no los amaras con todo tu corazón, ya los hubieras dejado morir en algunas de esas oportunidades que el mismo se consigue, interrumpio Ying abrazando a la doctora para consolarla, por todos los sussto qué su cuñado e hijos, le hacen pasar a la pobre y abnegada mujer, por cierto ya les enseñe a trepar  árboles grandes, dijo el zorro señalando a los niños que dormian en las ramas altas del árbol, solo que no aprendieron como bajar.

Un fuerte estruendo se oyó en el jardín del santuario, de un gran árbol de peras dulces calleron tres niños dormidos siendo cachados en una velocidad impresionante, por su amorosa madre,  la mujer más fuerte, capacitada e inteligente del mundo místico de la cultivacion,  me voy.... tengo a Yang dentro de una olla.....  le dije que lo cocinaría como si fuera un pitudo, la mujer se fue dejando a su hermano pidiendo a su dios por el alma de su cuñado.

En Yumeng, Hausiang le quitaba con cuidado las agujas qué la doctora Wen le clavo a su marido en las nachas, espalda y piernas, por haber sonsacado a su marido para ir a cazar gallinas silvestres de guinea, haaaaa aaamoooorrrr trátame con cariñooo, chillaba Cheng ante la brusquedad con que su esposo le jalaba las agujas de su tierna pielesita, pues si no te gusta sacátelas tu mismo, replicaba Hausiang aguantando la risa,  adoraba a su concuña, pero ahora si se había pasado, pobre de su marido lo dejó como alfiletero.

Al menos su marido no quedo como el pobre de Nie Mingjue, quien fue reducido a una masa gelatinosa por lo menos por una semana, hubiera pagado lo que le roba a su marido por ver al poderoso líder de Quing he Nie, más aguado que una sopa de masa,  presisamente en la casa de el lider Nie, Xichen trataba de ayudar a su marido con su inconsistente cuerpo, pero al final nada funcionó, así que opto por dejarlo en una bañera con agua congelada, para que su consistencia se pusiera lo suficiente sólida, para poder llevarlo a un recipiente más adecuado para contenerlo.

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