𝐂𝐚𝐝𝐞𝐧𝐚𝐬 𝐢𝐧𝐯𝐢𝐬𝐢𝐛𝐥𝐞𝐬.
Tocará temas tales como la depresión, el suicidio, las autolesiones, el maltrato infantil, el abuso infantil y sexual, violaciones, y posiblemente etc.
se requiere discreción.
historia de mi completa autoría...
Un rubio con mechas terminantes en un fuerte rojo estaba corriendo lo más rápido que sus piernas podían avanzar, volando sobre él, estaba el cuervo del Pilar del Agua guiando al joven que lo seguía hacia la finca del ya mencionado pelinegro. Kyojuro estaba muy preocupado, Kanzaburo llegó volando hacia él mientras gritaba con súplica que alguien por favor se presentara a la finca del Agua; que era de suma urgencia.
Estaba en una carrera contra el reloj. Cada minuto que pasaba era una tortura para él, el pensar qué podría ser tan grave para que su mensajero vaya gritando por ahí ayuda inmediata.
El Hashira por suerte era bastante rápido, cosa que ayudaba a llegar rápido a su destino.
“¡Se solicita ayuda urgente en la Finca de Giyuu Tomioka, pilar del Agua!” Ese mensaje no podía parar de sonar en su cabeza una y otra vez, imaginando mil y un escenarios horribles con su compañero pilar.
Estaba cerca, ya podía visualizar la finca.
Cada vez estaba más y más cerca de llegar. “¡Aguanta, Tomioka, por favor!” se repetía con angustia en su mente, confiando en la fuerza de su compañero.
Al llegar, tocó un par de veces. Nadie respondió.
Tocó de nuevo. Nada.
Así que, preocupado, tumbó la puerta de una patada.
Al entrar en la propiedad, estaba vacía, desolada. El silencio era agonizante.
Decidió subir las escaleras que había visualizado al entrar en una de las habitaciones cercanas a la entrada.
En el final de las escaleras, vió una puerta entreabierta, al abrirla por completo, vió algo que lo dejó perturbado. Un par de lágrimas se acumularon en sus ojos.
Era Giyuu, tirado en el piso de la habitación, con los muslos bañados en sangre que posiblemente era suya, sus brazos no eran distintos. A su costado, estaba su katana de igual manera cubierta de líquido rojo, y un par de pastillas esparcidas por ahí. Estaba desnudo, probablemente se había terminado de bañar, ya que habían unas toallas cerca suyo, y podía ver su cuerpo totalmente marcado, simplemente, horrible de ver.
─ ¡¡GIYUU!! ─ ese grito se oyó probablemente unos metros más alejados de la finca. ─
─ D-dios mío... ¿Por.. Por qué..? ─ se acercó a él, y vió que aún tenía pulso. Débil, pero aún tenía. ─ D-debo llevarte con Kocho. ─ su típico tono alegre se había esfumado por completo, sustituido por uno de angustia y preocupación puras. ─
Kyojuro cargó delicadamente al ojiazul en sus brazos, y salió disparado hacia la finca Mariposa.
─ Avísale a Kocho que prepare una habitación, ¡dile que es urgente! ─ comunicó a su cuervo kasugai. Éste asintió y salió volando de la escena directo a la finca de Shinobu. ─
Rengoku emprendió camino hacia la finca Mariposa, en total angustia. Una carrera contra la muerte.
“Aguanta por favor, Tomioka.. ”
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