Comienzo

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La universidad de Mónaco no era un lugar sencillo para alguien como Sergio "Checo" Pérez. Provenía de una familia humilde de México y, gracias a una beca, había logrado mudarse a este lujoso país para continuar sus estudios en mecánica automotriz. A pesar de su arduo trabajo y dedicación, siempre se había sentido fuera de lugar entre los estudiantes adinerados que frecuentaban la universidad. Sin embargo, no podía negar que algo en el aire de Mónaco lo llenaba de esperanza.

Era una mañana soleada cuando Checo entró a su clase de mecánica avanzada. Los estudiantes murmuraban emocionados, y no tardó en descubrir el motivo: Max Verstappen, el chico más popular y millonario de la universidad, estaba en su clase. Max, con su cabello rubio despeinado y su actitud altiva, solo se relacionaba con la élite, haciendo que Checo se sintiera aún más invisible. Sin embargo, cuando sus miradas se cruzaron brevemente, Checo sintió que su corazón latía más rápido de lo habitual.

Durante semanas, Checo no pudo dejar de pensar en Max. Cada vez que lo veía, sentía que su mundo se desmoronaba y que el amor que tanto había soñado se le escapaba de las manos. Sus amigos Oscar Piastri, George Russell y Lando Norris, notaron su tristeza y decidieron hacer algo al respecto.

Una tarde, mientras estaban en la cafetería, George tuvo una idea. -¿Y si le hacemos una broma a Checo?- sugirió con una sonrisa traviesa. -¿Que tienes en mente?- preguntó Lando, siempre dispuesto a participar en las ocurrencias de George.

George explicó su plan: crearían una cuenta de Twitter para Checo y seguirían a Max desde allí. Luego, buscarian el número de Max, que George conseguiría a través de su novio Lewis Hamilton, para enviarle mensajes a Max como si fuera un admirador anónimo. Oscar y Lando se rieron, pero al ver la seriedad en los ojos de George, aceptaron.

George, decidido a poner su plan en marcha, habló con Lewis esa misma noche. -Cariño, necesito un favor,- dijo, abrazándolo por detrás. -¿Qué necesitas ahora, mi vida?- preguntó Lewis, sonriendo. -Es para ayudar a un amigo. Necesito el número de Max Verstappen. -No sé si eso sea una buena idea...- Lewis dudó al principio, pero después de unos mimos y caricias de George, se ablandó. -Está bien, pero solo porque confío en ti,- dijo Lewis, dándole el número.

Con el número de Max en mano, George, Oscar y Lando se reunieron en la habitación de Checo esa noche. -Checo, tenemos una sorpresa para ti,- dijo Oscar con una sonrisa. -¿Qué están tramando?- preguntó Checo, desconfiado de las locuras de sus amigos

Le mostraron la nueva cuenta de Twitter y cómo habían seguido a Max. Checo se sonrojó, avergonzado, pero no pudo evitar sonreír ante la iniciativa de sus amigos. Luego, George agregó el número de Max al teléfono de Checo y escribió el primer mensaje:

OYE!, en mi Vida escribiría algo así y no no pienso todo el tiempo en Max -Dice un checo algo irritado por ese mensaje que en su Vida escribiria-

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OYE!, en mi Vida escribiría algo así y no no pienso todo el tiempo en Max -Dice un checo algo irritado por ese mensaje que en su Vida escribiria-

George solo le giro sus ojos y hablo-Oye nada! , Si fuera por ti nunca le escribirias Michel!-

Checo se enojó al principio, sintiéndose humillado por la broma de sus amigos. Pero después de pensarlo bien, decidió seguir adelante y continuar escribiéndose con Max, aunque ninguno sabía quién era realmente el otro.

Durante las siguientes semanas, Checo y Max comenzaron a intercambiar mensajes regularmente. Max, que inicialmente había sido desconfiado, empezó a abrirse, intrigado por la sinceridad y el misterio de su admirador anónimo. Checo, por su parte, se sentía cada vez más emocionado y nervioso con cada mensaje que recibía.

Las conversaciones se volvieron más profundas, tocando temas personales y sueños futuros. Max habló sobre la presión de vivir a la altura de su nombre y las expectativas de su familia, mientras Checo compartía sus luchas y sueños de convertirse en un ingeniero automotriz respetado. A través de sus palabras, comenzaron a construir una conexión genuina, aunque ninguno sabía quién estaba realmente al otro lado de la pantalla.

Una noche, después de un día particularmente difícil, Max envió un mensaje que dejó a Checo sin aliento:

Ese día checo no supo que poner simplemente algo con un corazón y un mensaje de que ya lo había encontrado, se sintió nervioso y lo dejó con su corazón agitado, será que tenía que ir a un cardiólogo!? , bueno

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Ese día checo no supo que poner simplemente algo con un corazón y un mensaje de que ya lo había encontrado, se sintió nervioso y lo dejó con su corazón agitado, será que tenía que ir a un cardiólogo!? , bueno... tendría que hablar con su madre sobre eso, era bastante jóven

Max sonrió al leer el mensaje, sintiendo una calidez que no había experimentado en mucho tiempo. Mientras tanto, Checo se acostó esa noche con una sonrisa en el rostro, sintiendo que, por primera vez en su vida, estaba cerca de encontrar el amor verdadero, pero algo lo desánimo, será que si era Bonito para Max? bueno si tenía atrás de el a Lance y entre otras personas, seguramente que si, pero sería suficiente para Max? No lo sabía

La broma de sus amigos había tomado un giro inesperado, llevando a Checo y Max a un camino que ninguno de los dos había anticipado. Pero, a veces, el destino tiene formas curiosas de unir a las personas, incluso a través de mensajes anónimos y redes sociales, seguramente Checo y Max no eran ni los primeros ni los Últimos en pasar por algo así.

Así comenzó su historia, un romance naciente en medio de secretos y mensajes, que prometía cambiar sus vidas para siempre.

Conociendo el Amor//Chestappen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora