Solo Mío [Kiribaku]

CAPÍTULO 9: Anhelo

💙Aunque mi mente diga que te quiero lejos. Mi corazón anhela devorarte a besos y no soltarte de mis brazos💙
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.

Sus murmullos eran esparcidos por cada rincón de la biblioteca en la que estaba, pero, como eran solo eso... Murmullos, apenas si lograban a escucharse. Bakugo se mantenía sentado en un rincón del mismo lugar, con un libro que traía toda su atención puesta.

Había pasado una semana desde que le había dicho a kirishima que haría todo para que se enamorara de él. Una muy, larga semana donde no había conseguido ni un solo logró. Intentó sorprenderlo con su comida favorita, ya que katsuki sabía exactamente todo sobre kirishima, así que le cocinó uno de sus platillos favoritos y este ni siquiera se apareció por ningún lado.

Intentó, darle un regalo pero este fue rechazado. Le escribió una carta y el mayor no la recibió. Intentó de una y mil maneras poder llamar la atención del peliazul y que este se diera cuenta de sus sentimientos, pero nada funcionó.

Pero aún katsuki no se rendiría se propuso a si mismo alcanzar la única meta que era importante para él y por ningún motivo se iba a rendir con su peliazul. Estaba tan enamorado de ese chico masoquista que le daba igual si le tenía que dar su propia vida como prueba de sus sentimientos.

--Y fueron felices para siempre --era el cliché que terminó de leer cuando su historia acabó.

Observó a su lado toda la pila de libros que tenía y suspiro al verificar que cada uno que leyó terminaban con el mismo final. Y eso era exactamente lo que él anhelaba, un final feliz con kirishima.

Se tiró al piso, acostándose al lado de la pila de libros que tenía, observó el título del último libro que acababa de leer, recordando como describían al protagonista como si fuera la estrella más brillante del cielo, eso lo hizo hacer un adorable puchero. Por lo menos él y kirishima ya habían echo algo que esos protas no, ya habían tenido todo de todo.

--¿Por que no soy tan guapo para que te enamores de mi kirishima? --se reclamó a si mismo por la carencia de belleza que según él tenia--. En estos libros todo parece mucho más fácil.

Suspiró, imaginando se un escenario donde kirishima sea su villano despiadado y él su mejor debilidad. Un mundo donde él fuera el único amor de su peliazul, y nadie jamás podría separarlos.

Posó el libro en su pecho y al hacerlo sintió un leve dolor que lo hizo gimotear, levantó el libro y al verse el pecho recordó las mordida que su chico le había dejado aquella noche, unas que aún le dolían y se tardarían en borrar.

--¡Me traes de un hilo mi kiri!

Y aunque en un principio su voz salía en murmullos, conforme se emocionaba comenzó a sonar mucho más fuerte logrando que su voz resonara por el eco de la biblioteca. Sin que él se diera cuenta alguien notó su presencia y se acercó a paso tranquilo hacia donde se encontraba.

--Es tan obvio que ese patético de kirishima te trae de un hilo, no es para que lo grites a los cuatro vientos --bakugo se sonrojó al enterarse que alguien más lo escuchó.

Pues, él creyó que estaba solo. Con su mirada observó a Kaminari, quien le había hablado anteriormente sobre lo obvio que era con sus sentimientos. Al verlo sentarse a su lado se levantó de golpe tomando asiento también.

Kaminari dirigió su vista hacia los libros que tenía en pila y antes de que bakugo los quitará, Denki tomó uno.

--Mi propuesta de amor --leyó el título que tenía el libro que había tomado, observó por unos escasos segundos a bakugo y este solo se encogió de hombros con un gran sonrojó por la vergüenza que le dio--. No crees que estos libros parecen de princesas, como para que tú los leas.