Johan y sus compañeros son transportados al mundo de Azur Lane, ahí son recibidos como nuevos reclutas para luchar contra unas invasoras conocidas como Sirens. Johan ve esto como una oportunidad de dejar de ser un perdedor, sin embargo, resulto ser...
Tras haber patrullado tres horas y media, Enterprise se dirigió al laboratorio, caminando alrededor de los almacenes. Los puertos se encontraban lleno de enormes barcos, amarrados con sogas, siendo expuesto al sol brilloso del verano. La base que alguna vez estaba compuesta, por la nación Eagle Union y Royal Navy, ahora se encontraban unidas con las demás facciones que alguna vez fueron sus enemigos. Tanto el Imperio Sakura y como también Iron Blood, se encontraban trabajando juntos para mantener la paz, al mismo tiempo que las demás facciones se unian a la base con perseguir ese objetivo.
Como en todas sus rutinas matutinas, saludaba a los empleados como también a sus compañeras, se podría decir que las cosas mejorar tras destruir al Orochi junto con la derrota de las Sirens.
Loúnico que arruinaría su día, era toparse con la peor persona del planeta. El actual almirante caminaba de forma tranquila, con una postura imponente y confiada, manteniendo su presencia dominante.
Llevaba puesto su uniforme alterado de un Almirante, una chaqueta verde militar junto con unos bordes dorados y rojos, sus zapatos, botas de cuero oscuras. Resonaban en toda la base con sus pisadas, haciendo temblar a cualquiera persona que se topara en su camino, al mismo tiempo que llevaba su insignia de rango y las medallas que gano en sus batallas.
-Hola, Grey Ghost- saludaba de forma seductoras -¿Te apetece ir a tomar una taza de café?
Enterprise simplemente la ignoro, siguiendo con su camino, al mismo tiempo que el almirante sacaba un paquete de cigarrillo en sus pantalones negros.
-Maldita sea, será difícil ganarme su confianza- dijo molesto el Almirante.
Abandono el lugar fumando, dejando un rastro de humo en su camino, Enterprise seguía en su camino. Se encontraba aliviada de haber evitado a su peor pesadilla, Llegando a una enorme puerta metálica, en el centro había un pequeño panel junto con un solo botón.
Ella se acerca al panel y aprieta el botón.
-¿hm? ¿Quién anda ahí? Este es un lugar solo autorizado para los altos mandos- advertía una voz femenina y chillona.
-Soy yo, el USS Enterprise, Akashi – responde seriamente.
Ocurre una pequeña sacudida, la puerta se activa y se abre lentamente hacia afuera, liberando una cantidad de neblina a su alrededor. El estruendo termina cuando la voz de Akashi suena en los altavoces, Enterprise entra sola al lugar, al mismo tiempo que la puerta se cierra automáticamente.
Cuando la puerta se cerró, solo quedaba oscuridad hasta que se encendieron las luces led, quien lo guiaban hacia el interior del laboratorio. Caminando en los pasillos sin fin, llega a una pequeña puerta roja, con cintas de seguridad en sus bordes.
La puerta se abre automáticamente, deslizándose hacia arriba, rebelando una pequeña habitación que se encontraba repleta de ordenadores cuadrados. Akashi se encontraba en su escritorio, usando unos pequeños anteojos de descanso, quien miraba fijamente en la pantalla monocromática del ordenador.
-Hola Akashi- dijo Enterprise un poco amable.
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