II

13 0 0
                                    

Un 26 de julio de 2024 me abandonó la inspiración...
.
.
.

No estoy rota, solo necesito sanar.

Es algo que quiero gritar a los cuatro vientos hasta que la voz se me rompa.

Es algo de lo que me quiero convencer hasta lo más profundo mi ser.

Aún si el llanto ya no me sale.

Aún si necesito vestirme de carmesí para poder expresarlo, para poder entenderlo.

Pero me hundo en mis pensamientos y no encuentro una salida.

Y me aterra ver pétalos en abundancia en mi tosca mano.

A veces parezco un Lan, que solo ama una vez en la vida.
Caminando por los pasillos en un silencio tranquilizador.
Entonando la melodía de un adiós.
Pasos inquebrantables que tercamente se aferran a algo inexistente.

A veces parezco un Jin, que tiene un sinfín de mentiras dichas.
Las artimañas utilizadas, amistades quebradas.
Una sonrisa impecable, una sonrisa falsa.
Con las manos tan blancas a la vista, pero tan negras a la vez.

A veces parezco un Jiang, que es conocido por su terrible temperamento.
Con el dolor en la mano, pero ocultándolo y soportando.
No dejándose afectar más por nadie.
Arrasando con todo lo que puede en el camino.

A veces parezco un Nie, que finge no saber absolutamente nada.
Tiene los mejores consejos, los hilos de la razón.
No dejando ver su dañado corazón.
Con la ligera brisa de un abanico.

Y al final del día,
¿Me llegaré a conocer a mi misma?

Mi mano se estira, pero nadie la alcanza.

Compañeros que pensé que serían de vida, acompañándome un segundo.

Cristales que aún caen, que aún persisten.

Luchando con la vida, porque se me está acabando.

Y dejándome vencer, mirando el techo, con los ojos entrecerrados.

Un dolor en el cuello no destinado.

Hoy dormiré.

Y mañana cambiaré la rutina.

Con el corazón vacío y la mirada en alto.

Así es la vida.
.
.
.

Pucha oe ni yo sé qué pavada escribí.

Colección de poemas deshojadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora