IX

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¿Cómo puedo expresar lo que siento?

¿Cómo plasmo el dolor que me golpea como el viento?

Sí, esto ya no es más un poema.

Estas son solo palabras 

que se empujan unas a otras 

con la esperanza de salir.

Ya no queriendo quedarse muertas,

en el fondo de mi garganta.

Hartándose de quedarse esperando a alguien que las escuche.

Porque no son entendidas.

Ya no odian.

Ya no aman.

Ya no lloran.

Ya no se alegran.

Mirada muerta, labios resecos, figura decaída.

Sonrisa falsa, ojos perdidos, manos... rotas.

Si tuviera una espada, la blandiría...

para que nadie se me acerque.

Y ellos están aquí porque pueden conseguir algo.

Un beneficio, un consejo, un préstamo.

Lo que sea, y detesto eso.

Pero detesto la gente y no me quejo.

Y si pudiera dormir por una semana, lo haría.

Por un mes, lo aceptaría.

Un año, lo adoraría.

Ya no soy eficaz.

Ya no soy útil.

Ya no soy rápida.

Y eso hace a uno perder el valor académicamente.

Y me afecta anímicamente.

Pero no debo tirarlo todo.

Aún no...

Aún no..

Aún no.

.

.

.


Colección de poemas deshojadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora