como empezar de nuevo | verchan

n° 3

Era estos momentos donde sentía envidia por las parejas, mientras veía como sus tíos no se soltaban.

Wonwoo seguía abrazando a Jun por la espalda, dándole besos en su nuca, ambos esperando, que su hijo adoptivo no les odiara, que no se alejé de ellos, ni idea en qué sentido pero eran los murmullos que entre ellos compartían.

Era injusto, él no tenía alguien que le prometa que todo irá bien, aunque si lo pensaba mejor, no tenía razón de estar ahí, pero tenía hambre, entonces no tenía razón para envidiar que muchos andan con sus parejas, casadas y formadas de años cuando él creció viendo a su padre en terapia ciertas veces.

Llegó a pensar que su padre era muy fuerte cuando veían a otros niños en el jardín de infantes, que tenían sus padres, Hansol solo comentaba que su padre lo odiaba y se mudó a Estados Unidos.

Esa perspectiva claro que cambió cuando creció, su papi Minghao nunca quiso que odiara a su padre Mingyu, si es que ni él lo odia, en terapia entendió que su relación pudo avanzar como no, los pasos errados o los que en el pasado tuvieron, no importaban pues ambos tomaron la decisión de mejor separarse por bien de Hansol.

Sí, por bien suyo, pues era mejor que sus recuerdos fuesen de su papi cuidándolo que de ver a sus padres discutiendo, él no recordaba la noche que Minghao le aventó la lavadora a Mingyu, entendía en esos momentos porque en terapia aprendió a meditar, su padre adoptivo era muy explosivo.

Partes de la personalidad de su padre con las que no creció, pues junto a las meditaciones llegaron los té verdes, llegaron sus creencias esotéricas, todo fue un gran conjunto para llevarle por un camino tranquilo sin rabietas que con llevasen a que alguien quede atrapado debajo de una lavadora encerrado en su casa, siendo abierta cuando un vecino paso, notando las llaves de la misma, colgadas en la cerradura de la puerta.

Pero a pesar de todo, él habría percibido o llegaría a expresar las mismas emociones, como las mismas reacciones de su criador, temía eso, pues creía estaba en la sangre.

Suspiro, golpeándose la frente con su palma, dándose cuenta que no compartía sangre con su difunto padre, una alegría, esperaba que no reaccione como él lo hizo por una verdad revelada, claro está, quien se avergüenza de su pareja inventando que su hijo es hijo suyo como de la secretaria, su padre quien seguía con vida, cometió muchos errores también.

Él solamente esperaba, no tener algo igual a sus padres, pero tampoco como su padre con su actual pareja, era como si Seungcheol en el fondo fuese igual o peor que su padre q.e.p.d, solo recordar como manipuló emocionalmente a su pobre hermanastro durante y después del viaje en avión, le hacía sentir mucha pena por como fue criado Seungkwan.

En parte tampoco quería la relación de sus tíos en una suya para el futuro, muy intensos el uno con el otro, como cariñosos, él tenía su límite en cuanto a muestras de afecto se tratase.

Las había descubierto con Changkyun cuando tenían la casa sola, por el trabajo de su padre científico, veían la televisión abrazados pero llegaba un momento donde a su amigo le gustaría sentarse al borde de esta sin tener sus brazos rodeados en Hansol, él también quería eso, contaron los minutos, aguantaban media hora abrazándose y volvían a querer estar en brazos del otro luego de dos horas.

Fue un buen experimento, con sus malas conclusiones pues no llegaron a dormir esa noche por contabilizar el tiempo en todo momento, grande fue la reprendida que su padre le dio al verlo llegar con ojeras a su departamento.

Cierto, Changkyun siempre fue su amigo, pues este buscando en libros sobre inclusividad y demás, halló un nuevo concepto, apenas unos se estaban adaptando con ese, la asexualidad, datos que su amigo compartió con él, asegurando que no sentía hambre sexual, sí, así lo llamo, hacia las demás personas, prácticamente hacia nadie por lo que no podía llegar a formar vínculos amorosos, o capaz era al revés pero le dijo que era arromantico también.