capítulo dos

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Eddie apretó los puños con fuerza mientras cruzaba la puerta corrediza que marcaba la entrada del hospital y se obligó a no dejarse ganar por las náuseas que en ese momento comenzaron a apoderarse de él. El olor del hospital no era sino un recuerdo de las muchas otras veces en la que tuvo que visitar a Buck, en condiciones similares a esta:

Un accidente en el trabajo.

Eddie odiaba los hospitales. Odiaba este tipo de circunstancias. Odiaba saber que nuevamente había sucedido algo malo con su mejor amigo. La última vez, Dios, la última vez Buck había muerto por más de tres minutos.

Angustiado, aspiró por la nariz para contener el vértigo, mientras se metía en el ascensor.

El suelo metálico comenzó a moverse bajo sus pies y una corriente fría le recorrió la columna vertebral cuando comenzó a imaginar posibles escenarios. No tenía más información acerca de lo que había sucedido con su mejor amigo. Bobby solamente le había pedido que fuera al hospital y Hen le había enviado un mensaje con las indicaciones del piso y la habitación en la que se encontraban, pero eso era todo. Cuando el ascensor se detuvo y abrió sus puertas, salió tan rápido como pudo para enfrentarse a lo desconocido.

Al final del pasillo, hacia la izquierda, fue donde encontró a Bobby, sentado en una de las sillas fuera de la habitación. Según el mensaje que Hen le había enviado minutos antes, era la habitación en la que se encontraba Buck. El rostro de Bobby se veía inmutable.

—Bobby — musitó Eddie, llamando la atención de su capitán. —Hum... ¿Él está... está...? — Pero no se atrevió a formular la pregunta completa, no soportaría volver a ver a su amigo inconsciente o, peor aún, conectado a un ventilador.

—¿Qué? Oh, no... —Bobby parpadeó y en cuestión de segundos comprendió hacia dónde se encaminaba la pregunta de su subordinado. —Nada de eso, Eddie... Es solo que no podía explicártelo por teléfono. Él está bien, ya está despierto.

Eddie se desplomó aliviado, tomando asiento al lado de Bobby, mientras dejaba escapar todo el aire que venía conteniendo en sus pulmones.

—¿Qué sucedió? —se animó a preguntar bajo la atenta mirada de su capitán.

—Una emergencia en Pacific Park —explicó Bobby—. La montaña rusa quedó atascada. Cuando llegamos, había una pareja peligrosamente colgando de sus asientos. Buck realizó la maniobra de rescate sin problemas. Logró bajar a la pareja y luego rescatamos a otros usuarios que habían quedado atrapados también.

—¿Entonces? —Eddie arqueó una ceja, intrigado.

—Cuando estábamos por marcharnos —continuó Bobby—, la montaña rusa hizo un movimiento brusco. Al parecer, una de las soldaduras no estaba firme y una de las vigas simplemente... se desprendió. Golpeó muy fuerte a Buck, y aunque llevaba el casco, el impacto lo hizo caer. Fue un accidente fortuito.

—Es... es casi gracioso —se atrevió a decir Eddie, con una sonrisa irónica, imaginando la situación que había ocasionado aquella viga..

—Podría serlo... —inquirió Bobby, y algo en su tono alarmó a Eddie.

—¿Pero? —Eddie interrogó, con el corazón latiendo con fuerza.

—Perdió el conocimiento —reveló Bobby—. Despertó hace un par de horas, muy, muy desorientado. Le han hecho algunos exámenes, todo está bien, al menos la parte física...

—¿Al menos la parte física? —preguntó Eddie con voz temblorosa, alzando ambas cejas.

—Al principio, cuando pudimos ver a Buck, todo parecía normal. Hablamos sin ningún problema —explicó Bobby—. Pero luego, algo en Chimney lo hizo impacientarse. Buck parecía realmente alterado, sobre todo cuando Chim mencionó a Maddie. Así fue como lo descubrimos.

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⏰ Última actualización: Jul 27 ⏰

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Belong Together - Buck & EddieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora