Segundas Oportunidades

14. Eres guapo, soy guapo...

Ignacio

Afortunadamente la noche terminó bien, aunque claro que no dejé que Jude se fuera de mi lado ni por dos segundos. Tenía la impresión de que si se iba ellos me harían muchas preguntas o intentarían disculpas hipócritas y no tenía ganas.

Claro que no me salvé de las disculpas de Andrew. Él dijo que solía ser así de directo, rozando lo desubicado, y sólo quería saber cuál era nuestra relación ya que nunca había visto a Jude tan bien, tan estable y estaba feliz por él.

Le aclaré que sólo éramos amigos y él sólo sonrió, invitándome a una próxima salida a la que decliné amablemente. No estaba seguro si quería compartir una vez más con alguno de ellos, aunque Giovanni me había caído bastante en gracia.

Claro que ser abordado el viernes siguiente, luego de la pelea habitual de Jude, fue realmente imprevisible y no pude negarme. Esta vez Alex no se había sumado e Ian tampoco, pero Giovanni estaba firme junto a Andrew que se encontraba un poco más descontrolado que la última vez. Ese día, por lo que entendí, era el cumpleaños de Giovanni, pero no estaba muy seguro.

Les pedí unos minutos para ir a casa por ropa y ellos se auto invitaron a mi departamento argumentado que creían que huiría si no iban conmigo. Afortunadamente mi casa siempre estaba ordenada, así que no fue un problema invitarlos a pasar mientras, un muy cómodo Jude, les invitaba algo de beber.

Fui por un rápido baño y luego elegí una ropa relajada para esa noche.

Una vez en el bar, Giovanni dijo que los tragos corrían por su cuenta y allí fue cuando Andrew se descontroló un poco... bueno, en realidad todo lo hicimos, tener barra libre no es algo que se vea todos los días.

Esa noche bailé bastante junto a los demás muchachos mientras Giovanni sólo esperaba en la barra. Incluso se nos unieron unas chicas y compartí algunos bailes con una de ella que no se mostraba coqueta ni nada por el estilo.

De pronto, no me di cuenta cuándo, me encontraba muy ebrio y me sentía muy feliz, pero recordé que tenía un almuerzo al día siguiente, en casa de Eva, y no podía llegar con resaca, así que como pude me dirigí al baño del lugar para refrescarme un poco.

No tomé dimensión de cuán ebrio estaba hasta que noté lo mucho que me costó caminar hasta allí y cuando intenté enfocar mi reflejo en el espejo y no pude ver nada más que mi cabello despeinado.

—¿Estás bien? —miré a mi lado a Giovanni, ni siquiera lo había visto llegar.

—No... bebí mucho —suspiré mojando mis manos para pasarlas por mi cabello y mi nuca.

—¿Quieres vomitar?

—No, pero creo que debería irme a casa —aseguré largando un suspiro.

—No así —dijo tomándome del brazo porque realmente, realmente me constaba sostenerme derecho. —Vamos a que tomes algunos litros de agua, luego te llevaré.

—Andrew no creo que esté contento —me reí dejándome llevar por el sujeto. —Eres gay ¿No? —asintió de manera estoica. —Soy gay... eres guapo, soy guapo —Givoanni sonrió sutilmente. —Andrew se pondrá celoso.

—Andrew es todo, menos celoso, no por lo menos de mí —se encogió de hombros.

Avanzamos hasta la barra e inmediatamente pidió una botella de agua para mí. Comencé a beberla ignorando al resto de las personas en el lugar, para ser viernes estaba bastante lleno.

Intenté tener una charla con Giovanni, pero la música estaba muy alta, razón por la cual simplemente la dejé, y me concentré en beber mi agua hasta que un muy ebrio Jude se mezcló entre la gente y se posicionó frente a mi.