★!Capitulo 5!★

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Al llegar a su habitación correspondiente, lo primero que hicieron fue observar la habitación, y apreciaron las combinaciones de colores; blanco, negro y un azul Marino. Marshall en su caso le pareció bonito y moderno a su vez, pero sentía una sensación de incomodidad sabiendo que tenía que dormir al lado de su "mejor amigo". Después de observar el cuarto, decidieron acomodar sus cosas. Obviamente, ninguno quería dejar sus cosas tiradas por ahí. Cuando terminaron, el dálmata quiso ir hacia el cuarto donde estaba labrador.

—Ya termine Chase.— habló el albino acto seguido irse a donde el labrador, lo detuvo el alemán parándose delante de este.

—¿Para donde vas?¿Eh?—preguntó el alemán.—Si vas a algún lado, voy contigo.—pausó—la última vez que te deje ir solo a la cafetería del Sr. porter, terminaste en el frente de un hospital.—añadió, el albino solo bajó la cabeza apenado, era verdad lo que decía el mayor, igual, se le avía olvidado en qué cuarto estaban.

—V-voy a donde Z-Zuma—respondió el oji-celeste con tono tímido, para luego ir con el pastor hacia la habitación donde se encontraba el labrador, que estaba Justo al lado. El alemán se paró en frente de la puerta, se apresuró a tocar levemente, y los recibió un Raza mixta, se notaba que había dormido un par de minutos por su cabello un poco revuelto .

—Ehh.. ¿van a entrar o no?— habló el mixto seguido echarse a un lado para dejar pasar a los canes que estaban afuera—Y...¿Que los trae por aquí?—preguntó el labrador.

—Yo, nada, pero Marshall quiso venir a ver a Zuma. Yo vine con él para que no se pierda como la última vez.—el alemán habló, con eso bastó para que el mixto se echara a reír a carcajadas mientras que el dálmata solo miraba al suelo de la pena. Se escuchó que alguien abría una puerta, era Zuma, quien recién salía del baño.

—¿Que pasó maricas?—preguntó el labrador quién con un movimiento rápido se llevó a Marshall del brazo , los otros dos solo se sentaron en un mueble que había al lado.

—Entonces... ¿sabes que vas a hacer para enamorarlo?—preguntó el labrador.

—No.—contestó él albino.

—Bien, porque ya tenía un plan, el plan sería el siguiente; que lo invites a ver una película.

—Enserio, Zuma? Sabes que me pongo nervioso cuando lo invito a algo, ya sea, un restaurante, un paseo o algo por el estilo.

—Okey... lo invito yo, si no lo haces tú, porque eres el único al quien le confía. Recuerdas la última vez que lo invité a ver una película?

—Ehh.... Nunca me lo has contado.

—Cierto... deja que te lo cuente arroz con leche.

Era una noche tormentosa, y el labrador se preparaba para ver una película de terror con el mixto, pero debido a inconvenientes no asistió. El labrador invitó al alemán, quien terminó aceptando, ya había preparado palomitas y refrescos para la película.

Los dos escogieron la película que iban a ver sentados en un puff, al rato casi pasando la película el labrador se le ocurrió la "brillante idea" de hacerle una broma al alemán. El labrador tomó un poco de pintura para pintar caras y se colocó pintura blanca, tomó unas sábanas negras que Rocky tenía, y se lo colocó encima de este, agarro una almohada por sí el mayor le quería dar una paliza.

El oji-verde se acercó sigilosamente donde se encontraba el alemán tranquilamente sentado, el mayor sentía un mal presentimiento así que fue a prender las luces para ver mejor, no se espera que un tal Zuma lo asustaría de un solo golpe.

★𝑰 𝑾𝒂𝒏𝒏𝒂 𝒃𝒆 𝒚𝒐𝒖𝒓𝒔★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora