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♡‧₊˚ Una recopilación de One Shots qué me encontré en AO3.
♡‧₊˚ Dejaré el crédito a los respectivos autores.
♡‧₊˚ Recuerden solo son cubitos.
♡‧₊˚ Nuevo capítulo cada domingo.
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ʀᴇꜱᴜᴍᴇɴ:
Una voz que siempre canta llena de amor y alegría, sin conocer nunca la tristeza ni el miedo.
ᴀᴜᴛᴏʀ(ᴀ): N0tm3
ᴇɴʟᴀᴄᴇ ➨➨➨ ...
Por las mañanas, los residentes de Las Nevadas solían escuchar una suave melodía tan clara como puede serlo, a veces solo un simple silbido o el tarareo de una canción.
Las canciones simplemente continuarían a lo largo del día, no es que a nadie le molestara eso, de hecho todos lo recibieron con cariño, porque significaba que alguien estaba feliz.
Alguien; una de las muchas personas que finalmente merecían esa felicidad para sí mismas, después de que todas las cosas de mierda habían ocurrido.
Quackity se había dejado llevar por la alegría y eso se notaba mucho en él, especialmente en su canto.
Le encanta cantar, y nunca mintió al respecto.
Cuando fundó por primera vez la facción DSMP, desde las elecciones (a veces cantando para Schlatt), Pogtopia (cantando con Wilbur), incluso hasta su pelea con Techno.
Él cantaba todo el tiempo, pero después de la cicatriz que le dejó el techno, su salud mental comenzó a deteriorarse y su canto se detuvo, quedando solo en meros susurros.
Pero ahora, encontró su canción de nuevo (como diría la mayoría)
Las Nevadas, su familia y el nuevo amor de su vida, fueron el motivo de su canto.
Se encontró haciéndolo una mañana mientras preparaba un sándwich, bailando en la cocina del Casino, con calcetines negros, pantalones cortos con estampado de patos y una camisa azul, el cabello suelto al aire fresco de la cocina, los pies deslizándose contra el piso de mármol mientras sostenía un cuchillo de mantequilla con mayonesa contra un trozo de pan, tarareando y luego silbando hasta entonces dejar oír su voz y cantar con todo el corazón.
Moviendo los pies y bailando solo, sonriendo.
Al darse cuenta de lo que sentía y de lo que hacía, dejó caer el cuchillo y se derrumbó en el suelo de la cocina, no de tristeza ni de miedo, sino de alegría. Sentía tanta alegría en esos momentos de canto.
Tanto que empezó a llorar porque extrañaba la sensación, extrañaba cantar y lo bien que lo hacía sentir, esa maravillosa sensación de dejarlo salir todo en una hermosa melodía sin importar si se sentía triste, enojado o cualquier cosa.
Así lloró, hasta que alguien lo levantó del suelo y llevó su cuerpo muy cansado a su habitación para arroparlo.
Después de la "Batalla del Huevo", como la tituló Ranboo, todos hicieron las paces entre sí, solucionaron algunos problemas entre ellos, pero, por supuesto, no todo se perdona en unas pocas sesiones de terapia, sigue siendo un proceso en curso, pero hasta ahora todos se ven bien entre sí.
