7) Llegando de viaje

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Encuentra lo que amas y deja que te mate. Deja que consuma de ti tu todo. Deja que se adhiera a tu espalda y te agobie hasta la eventual nada. Deja que te mate, y deja que devore tus restos.Porque de todas las cosas que te matarán, lenta o rápidamente, es mucho mejor ser asesinado por un amante.”






-  Están muy ojerosos los tres hijos - dijo
la dulce abuelita mientras los miraba comer

- Hemos tenido unos días muy estresantes abuela- Respondió Iván. Pues habían estado teniendo problemas con gente que se les quería meter a la plaza.
Los tres Hermanos mostraban una cara de mucho cansancio.

- Deberían darse unos días de descanso acá en el rancho conmigo hijos. Venir con sus hijos y esposas.- los miro con alegría y ternura

- Claro abuela en estos días planeamos algo - está vez fue Alfredo el que respondió mientras bebía un poco de agua.

- Y...¿ Tu Ovidio? ¿Aún no encuentras a alguien?

- Sabes que no abuela...no hay ni una mujer que valga la pena. - dijo serio

- Ay hijo, yo no sé porque tú piensas eso.

- Es la verdad abuela. Las únicas mujeres que valen la pena y por las que daría mi vida es usted y mi amá.

- Ay mijito-

- ¿Para quien era lo que me pediste entonces Ovidio?- pregunto Griselda que se encontraba con ellos comiendo

- Ya te dije que eso no te incumbe Gris...- miro a su hermana dándole a entender que se callará.

- Mmm osea que si es lo que estoy pensando - hablo Iván en tono burlón

- Solo la estoy ayudando

- Ahora así se llama oiga - dijo sonriente Alfredo.

- Ojalá y sea una buena muchacha - interrumpió La abuela Consuelo

Todos salieron al corredor a platicar y era ahí cuando los hermanos Guzmán no se miraban tan malos y eran unas personas tranquilas recordando anécdotas al lado de su abuela.
Y es que al lado de la gente que amas y lleva tu sangre todo es tranquilidad.

Llegó la noche y cada Guzmán tomo su camino, solo Griselda se quedó con la abuela Consuelo.

Ovidio iba solo en su auto mientras sus escoltas lo seguían.

- Bueno... Ovidi...o

- ¿Dónde andas plebe?

- Estoy en el departamento

- Está bien

- ¿Por qué?

- Por nada plebe, ahí pasó a verla- respondió Ovidio terminando la llamada

Yadira  era solo una mujer con la que Ovidio mantenía relaciones sexuales constantemente.
No eran pareja como tal y  Ovidio se lo había dejado muy claro.
Pero ella por su parte no podía andar con nadie más.
Y el debes en cuando se acostaba con otras mujeres pero jamás lo volvían a ver, todas eran muy ostigosas e interesadas y querían algo serio.
Lo cuál Yadira sabía muy bien cuál era su rol con Ovidio solo Placer y respetarlo.

Tocó el timbre y una mujer pelinegra salió a recibirlo.

Cerro la puerta a sus espaldas mientras besaba y acariciaba a aquella mujer - ¿ Cómo has estado plebe?- pregunto Ovidio mientras bajaba el cierre del vestido

- Muy bien. ¿ Y tú?- desabrocho la camisa negra que portaba Ovidio.

Mientras el quitó por completo su vestido dejándola solo en ropa interior - Pues ahora...Bien

Protector De Tu Inocencia- Ovidio Guzmán Donde viven las historias. Descúbrelo ahora