8) Ayudando a hacer trabajos

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Encuentra lo que amas y deja que te mate. Deja que consuma de ti tu todo. Deja que se adhiera a tu espalda y te agobie hasta la eventual nada. Deja que te mate, y deja que devore tus restos.Porque de todas las cosas que te matarán, lenta o rápidamente, es mucho mejor ser asesinado por un amante.”

- ¿A usted le gusta mucho cocinar plebe?

- Si, al principio tenía miedo pero ahora es una de las cosas que más me gustan- respondió mientras con una palita meneaba los spaghetti

- Bueno. Yo no la molesto más voy a dormir - dijo dando la vuelta

- No, esperé. ¿Ya ceno?

- No plebe, pero estoy cansado prefiero ir a dormir

- No puede ir a dormir sin cenar. Esto ya está. Si quiere puede sentarse mientras yo le sirvo.

- Ángela usted no tiene porque hacer eso

- La comida no se desprecia señor - dijo Ángela sonriente, a pesar de que no podía ver bien el rostro de Ovidio porque siempre traía gorra y lentes, le generaba confianza.

Ovidio sintió un poco de paz en ese departamento, así que terminó aceptando la cena.

- Yo los llevo a la mesa - hablo Ovidio serio mientras tomaba los platos. El pocas veces hacia eso.

- ¿Vinieron más personas con usted?

- ¿Qué?- pregunto Ovidio aún más serio

- Si. Es que siempre les comparto comida a los dos escoltas y quisiera saber si vinieron más con usted para servir más.

- Eee.....Si solo Miguel

- Perfecto - sirvió otro plato más  y empezó a teclear en su teléfono.

Ovidio se sentó frente a su plato mientras esperaba que Ángela llegará para iniciar a comer.
Se quedó pensativo por unos segundos, Ángela era una dama muy buena, generosa, humilde y respetuosa.

En ningún momento se le había insinuado a el ni a sus hermanos. Eso hablaba muy bien de ella.

Pero Ovidio no tenía otro tipo de intención con ella, más que ayudarla.

Salió de sus pensamientos cuando tocaron la puerta y el se paró a abrir

- Buenas noches.... patrón - hablo un joven de piel morena que aparentaba unos 25 años

Antes de que Ovidio pudiera responder, Ángela salió con una bandeja donde traía los platos de comida

- Toma

- Gracias señorita Ángela - dijo el muchacho tomando la bandeja

- Ya veo porque no quisieron que otros plebes los relevarán - mencionó Ovidio sonriendo levemente de lado. Lo que causó que el muchacho se chiviara y diera media vuelta para salir.

Ovidio sonrió en sus adentros, pues sus escoltas hablaban muy encantados de Ángela. Y ahora ya sabía porque.

Ambos se sentaron y comenzaron a comer.

Ninguno de los dos hablaba. A Ángela le daba pena pues no distinguía bien el rostro de Ovidio por la gorra y lentes. Lo único que  medio alcanzaba ver era su ceño fruncido.

- ¿ Siempre cena a esta hora?- Ovidio rompió el silencio

- No, más temprano, pero hoy me quedaré hasta tarde haciendo unos trabajos de la escuela y aparte de ello me agarro la tarde cocinando.

Ovidio solo escucho y no respondió nada durante tres largos minutos

- Cocinas muy bien plebe- volvió a hablar Ovidio mientras tomaba una servilleta

Protector De Tu Inocencia- Ovidio Guzmán Donde viven las historias. Descúbrelo ahora