Mí momento más erótico| kookMin

Capítulo IV

— Bien, arrodillate y crúzate de brazos sobre la cama, continúa dándome la espalda pero voltea a verme…Tu culo se ve tan bien en cada toma bebé, eso es…eres tan sexy — mordió su labio inferior — Carajo, sigue así, lleva una de tus manos a su lindo culo y aprieta para mí, Ahh te ves increíble — halagó.

— ¿Así?

— Mmm así, justo así— lamió sus labios — Bien, ahora de frente, de rodillas en el piso mírame, una de tus manos en tu muslo izquierdo y la otra…quiero que acaricies uno de tus pezones.

— Aquí— susurro acariciando su pezón derecho tímidamente.

— Si bebé, justo ahí…puedes tirarlo por mí, quiero que tomes entre tus dedos para mí — pidió.

— A~hh… — gimió de forma involuntaria.

Sus pezones se pusieron completamente duros, estaban tan sensibles que con solo un toque era suficiente.

— Lo siento yo -

— Eso se oyó delicioso — murmuró Jungkook — Continúa tocándose para mí, solo hazlo…

En esos momentos, Jimin perdió algo de su cordura, se tocó a sí mismo mordiendo sus labios moviendo sus caderas y abriendo más sus piernas, sus dedos acariciando y tirando de sus propios pezones mientras bajos suspiros escapaban de sus labios.

— Puedes ser más atrevido para mí ángel, recuéstate y arquea tu espalda— pidió Jungkook.

Jimin asintió y se recostó en el piso arqueando su espalda como le indico .

— Bien, ahora quiero que te toques, hazlo sutilmente — murmuró mientras tomaba algunas fotografías.

Llevando una de sus manos a su intimidad, el mayor se acarició por sobre la tela de forma sutil. Jungkook no se perdió una sola toma.
Jimin, no podía describir cómo se sentía en esos momentos, no sabía porque seguía sus órdenes tan atrevidas.

Pero le gustaba.

— Quiero verte en cuatro, colócate en cuatro para mí amor, déjame verte — pidió.

Nuevamente fue obedecido, el rubio parecía haber pedido su vergüenza, porque le hizo caso de inmediato poniendo en alto su lindo culo para él. Jungkook comenzaba a sentir una gran molestia en sus pantalones en esos momentos. Trató de verse profesional y tomó algunas tomas, pero fue insoportable.

— Hyung…

— Si.

— Ve a cambiarte ahora — se dio la vuelta alejándose de él.

Jimin suspiro y se puso de pie, pareció volver en sí porque de inmediato se sonrojó de nuevo y casi corrió al vestidor.
Jungkook acarició su miembro por sobre la tela de sus vaqueros.

— Carajo… esto será complicado — murmuró.

Y vaya que lo fue, cuando salió de allí con una liga en su muslo de color beige, sus rubios cabellos revueltos y esa camisa trasparente justo a esa gargantilla. Fue casi la perdición para Jungkook.

— Ahora que— susurro Jimin.

Pese a su atrevido atuendo, su expresión era tan tierna y delicada en esos momentos que Jungkook solo deseo corromperlo.

— Recuéstate en la cama — ordenó con voz ronca.

Jimin lo hizo, Jungkook comenzó a indicarle cómo debía posicionar sus manos mientras tomaba algunas tomas desde arriba para él.

— Bien, apoya tus pies en el colchón y abre tus piernas— suspiró — una mano en tu pezón izquierdo…tocalo para mí, eso es amor, no dejes de mirarme — murmuró.