2 Días.

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2 Días.
Capítulo ocho.

Capítulo 8.
Profesía.

Dos días habían pasado preparando aquella letal bomba. Una T-3Π 3461. Idea de un equipo de guerra, pero jamás hecha o aplicada por que podria acabar con media población mundial en 3 segundos. Y sólo quedaba una cosa; esperar el momento justo.

Mañana era el día, y el número de personas restantes en el planeta eran mínimas. Una cifra de muy pocos ceros, pero pronto su sufrimiento acabaría y el mundo seguiría su curso, poblandose de a poco.

Escuchó a Caleb gritar y de nuevo se vió tomando su cabeza entre sus manos-. ¡No, maldición! -gritó y por primera vez con una visión, comenzó a llorar del dolor, haciendolo caer mareado al suelo.

-¿Qué a pasado? -preguntó preocupada. Era algo nuevo eso.

-Ahora lo entiendo. -susurró él agachando su cabeza.

-¿Qué? ¿Qué viste?

-¡El mundo no acabará por esas enfermedades desatadas! ¡Eso sólo a logrado matar gente y matar gente! -comenzó a gritar como loco-. ¡Esa maldita cuenta regresiva se trata del maldito fin del mundo!

Su último gritó lo hizo caer-, ¿Puedes decirme que viste, Caleb? Por favor, explícame de que hablas.

-Vi fuego Emma, cuando ese maldito aparato marque 00:00, el mundo se verá entre llamas, ¡Hablamos de un Almajedón, Emma! ¿¡Entiendes eso!?

-¡Caleb, cálmate! -gritó ahora una frustrada Emma al apenas entender a que se refería. Él trago en seco, sentándose a un lado de Emma.

-Esas enfermedades y epidermias no estaban en los planes, son extras Emma. ¿Qué creías? ¿Qué cuándo el reloj marcará 00:00 la última persona existente en el planeta moriría?

Emma por primera vez pensó en ello, y era cierto, era ilógico el que esa cuenta regresiva que tanto la a ponido con los nervios de punta trate sobre eso. Algo más habia allí.

-Vi como el crónometro se puso en 00:00 y como el fuego se carcomió al planeta. Aunque tuve dos visiones... -habló él moridéndose el labio-, la alternativa a la primera.

-¿Cuál es? -preguntó queriendo saber que salvaría al mundo de aquello.

-La profesía. -susurró él, recordando la primera visión que tuvo cuando la conoció, donde ella volaba por los aires causando una enorme explosión que por alguna razon (que ahora conocía) aliviaba al mundo entero.

-¡No! -gritó alterada-, ¡No, no, no, no, no! -gritó frustrada ganándose un abrazo de Caleb, donde logró llorar en el hombro del chico-, todo me lleva a esa maldita profesía, no quiero terminar así...

-No pasará. -susurró Caleb cerrando los ojos.

Él haría lo posible para que Emma no hiciera aquello, y no le importaría morir en aquel fin, seria mejor que vivir en un mundo sin ella; que le dio un objetivo a su vida.

-¿Sabes? -habló él-, Deberíamos tener una cita. -mencionó tratándo de evadir el tema, lográndolo.

-¿Es una invitación? -rió un poco ella, mirándole coriosa.

-Claro que lo es.

-Entonces, acepto. -sonrió dándole un abrazo, a sabiendas de lo que él trataba de hacer.

Sin embargo de su mente no salía cual seria su destino.

Power© [#Wattys2015]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora