Fosratero IV

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Estaba sentado en la orilla del edificio, leyendo una y otra vez el mensaje en la sección de amigos del menú del sistema

[Sekirei]

[Inicio de misión 7 horas/ 39 minutos/ 24 segundos]

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La cuenta regresiva seguía y me da una sensación de incertidumbre, que pasará cuando el tiempo termine?, era una pregunta que me inquietaba

Tratando de ignorar esa cuenta regresiva, me puse a pensar en lo que necesitaba hacer para estar preparado, se me vinieron a la cabeza un par de ideas y con ello lo organice por el nivel de prioridad de cada cosa

Armas, munición, suministros, la lista continuaba

Me levanté de la orilla del edificio, con la mirada fija en la cuenta regresiva que seguía avanzando implacablemente en mi sistema. La palabra "Sekirei" seguía retumbando en mi mente, llena de preguntas sin respuesta. No sabía qué significaba esa misión, ni a qué me enfrentaría, pero una cosa estaba clara: tenía que estar preparado.

Armas. Esa era la prioridad número uno. Sabía que no podía confiar en que el tiempo me fuera generoso, así que necesitaba moverme rápido. Las municiones que había estado intentando crear no estaban listas, y no podía arriesgarme con experimentos a medio terminar. Necesitaba algo confiable, algo que pudiera contar sin margen de error.

"Marcus," murmuré, recordando a mi jefe. Él tendría lo que necesitaba. El las vendía, eso quiere decir que sabe algo acerca de lo mejor para mi situación. Bajé del tejado tan rápido como subí, deslizándome por las escaleras de emergencia hasta llegar a la calle. La ciudad seguía con su bullicio habitual, pero para mí todo se sentía diferente, como si un reloj invisible estuviera marcando un ritmo frenético en mi cabeza.

Pasé por varias calles antes de llegar a la tienda de Marcus, un pequeño taller que servía como fachada para un negocio mucho más complejo,  el taller estaba en la parte de atrás de la tienda y contaba con su entrada propia que estaba en un callejón al lado de la tienda de armas. Empujé la puerta de metal con un chirrido y entré. El olor a aceite de motor y metal caliente me golpeó de inmediato. Marcus levantó la vista de su trabajo al verme entrar.

“¿Qué te trae por aquí tan temprano?” preguntó con una ceja arqueada, mientras limpiaba sus manos en un trapo.

“Necesito armas, y rápido. Algo grande está por venir, y no tengo tiempo para explicaciones.”

Fue ahí que me di cuenta...... que no había pensado en que decir para que me diera una mano

Marcus me miró, evaluando la urgencia en mi voz. Después de un breve momento de silencio, asintió y se dirigió hacia la parte trasera de la tienda. Lo seguí, sintiendo la presión del tiempo apremiante mientras cada segundo de la cuenta regresiva continuaba.

“¿Qué exactamente estás buscando?” preguntó mientras abría un armario lleno de opciones.

“Algo que pueda detener a lo que sea que venga,” respondí, consciente de lo vaga que sonaba mi petición. “Y munición suficiente para asegurarme de que no fallo.”

Marcus me lanzó una mirada cautelosa, pero no hizo preguntas. Sabía que a veces era mejor no saber. Rápidamente, sacó un rifle compacto, robusto, diseñado para ser letal en cualquier situación. Junto a él, un par de pistolas de alto calibre y varias cajas de munición.

“Esto debería cubrirte,” dijo, empujando el equipo hacia mí. “Pero recuerda, no importa cuán buena sea tu arma si no sabes lo que enfrentas.”

Asentí, consciente de la verdad en sus palabras. Metí el equipo en mi mochila y le agradecí antes de salir de la tienda, sintiendo el peso del armamento en mi espalda. No sabía lo que significaba "Sekirei", pero lo descubriría pronto.

Un forastero en remanenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora