El demonio con más crímenes tridimensionales había sido derrotado por un pueblo llamado Gravity Falls, y antes de morir rogó una última vez más volver a la vida. Un dios sumamente poderoso, el Ajolote. Decidió darle una segunda oportunidad al triang...
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LOCACIÓN: EL TERAPRISMA.
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Una sesión más a la lista, los criminales habían asistido y entrando a salas de plática para tratar la salud mental durante todo el día. Era hora de la comida, así que cada quien tomo su rumbo. Durante el comedor se encontraba el Criminal más reciente y problemático del lugar.
Bill Cipher. El demonio que es observado día y noche debido a que es bastante poderoso, es un paciente con maxima seguridad.
Como se lo había dicho el ajolote, solo quería ahora una vida mejor que la anterior para él. Así que por eso se encuentra ahí, para tratar de redimirse. Pero al parecer la redención no quiere entrar a su alma.
— Esto es una mierda... — Habló, jugueteando con aquel puré de papa. Suspiró.
La comida había sido servida hace minutos, se estaba comenzando a enfriar, estaba cansado de este lugar. La comida, las sesiones, todo.
Solo quería salir de aquí y cobrar venganza.
— ¡Se acabó la hora de la comida, continúen con la siguiente actividad!
Los criminales dejaron solo los platos vacíos y los colocaron en una pequeña mesa que contenía los platos sucios.
Bill se levantó del asiento y fue a dejar el suyo. Dos guardias de seguridad caminaban tras el, en cada momento, cada segundo, ellos estaban ahí.
— Andando — Habló un guardia.
Comenzaron a caminar hacia la sala de arte, normalmente llevaban a los presos a que expresaran sus emociones durante dibujos o actividades de convivencia.
