El demonio con más crímenes tridimensionales había sido derrotado por un pueblo llamado Gravity Falls, y antes de morir rogó una última vez más volver a la vida. Un dios sumamente poderoso, el Ajolote. Decidió darle una segunda oportunidad al triang...
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Locación: Teraprisma
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Ha pasado un mes exactamente, desde que a la princesa De Luxe ha sido la terapeuta de aquel criminal. Las sesiones iban perfectamente, o eso le hacía creer el demonio a ella.
Pues este aún tenía sus planes de venganza contra los pines y ver todo lo que contenía su libro, le hacía hervir de ira al recordar que lo perdió todo por culpa de ellos.
Estaba tan cansado de que todos sus planes se arruinaran, por la mínima cosa.
— ¡Me alegra saber que estás avanzando, Bill! — Habló la princesa, dejando el informe del día de hoy en la carpeta donde tenía toda la información de Cipher.
"Si claro, avanzando...."
— Si, ¿verdad? — Habló Cipher, mirando fijamente a la pelirroja.
La pelirroja asintió, miró al demonio.
— Bueno, he traído algo hoy para compartir los dos.
Habló mientras se agachaba un poco y abría su cesta que contenía un pastel de fresas, lo colocó en el escritorio y después sonrió.
— Lo hice yo, creo que esto está prohibido. Pero no importa, nadie se enterará. Y si lo hacen, pues diré que permití esto.
Hablo Izzy mientras desaparecía la cámara de un chasquido, río un poco.
— La pondré después.
— Vaya... Pues se ve bien — Dijo el demonio mirando al pastel, después miró a la pelirroja.
Está asintió.
— Vale, probémoslo.
Dijo cuando su halo interrumpió la conversación, este vibraba y parpadeaba. Su padre le llamaba, suspiró.
— ¿Porqué justo ahora? — Habló en un murmuró.
— ¿Pasa algo, Iz? — preguntó el demonio, mirando el halo de esta.
