POV Moonbyul
Al llegar al gimnasio, Seulgi ya estaba en lapuerta hablando por teléfono, riendo por algo.
No nos parecíamos en nada. Ella eratremendamente extrovertida y popular. Era dueña de un bar de temática deportivajunto con un colega suyo y por lo visto el local tenía mucho éxito. A mí, sinen cambio, el deporte no me interesaba en lo más mínimo, y solo había estadoallí en la fiesta de inauguración porque había sido obligada a asistir. Todaesa noche la pase con la sensación de estar fuera de lugar, demasiada arregladacon mi pantalón de vestir, y me sentí pletórica de alivio al marcharmedisimuladamente cuando estallo la trifulca.
Seulgi era una persona estupenda, pero nuncallegue a comprender por qué le gustaba estar conmigo cuando éramos niñas, ysupongo que seguía sin entenderlo. Ella tenía un montón de amigos y una activaagenda de coqueteo, pero por alguna razón siempre parecía tener tiempo para mí.
-¡Hey, hermanita! -exclamo Seulgi al acercarme-.
Hermanastra, para ser exactos.
Varias personas nos saludaron a voces de caminoa los vestuarios y, mientras Seulgi respondía con un comentario ingenioso acada una, yo me tuve que obligar a no bajar la mirada al suelo y responder alos saludos con un rígido gesto con la cabeza. Siempre pasaba inadvertidacuando iba allí sola y lo prefería así.
-Oye, ¿qué te pasa? -pregunto Seulgi cuando deje caerbruscamente al suelo mi bolsa de deporte -. Da la impresión de que esa venaque tienes en el cuello va a reventar de un momento a otro.
-No lo sé. A lo mejor estoy pillando un virus.
-Si, es de las "bolas pitufas" -apunto con unarisa-. ¿Es por esa chica insoportable que está jugando de nuevo contigo?
-¿Qué? -pregunte, porque la estaba escuchado solo amedias mientras me cambiaba-.
-Ya sabes, la respondona que viste de pena. De la que segúnparece no puedes dejar de hablar como un loro cada vez que te veo, hermanita.
Levante la vista.
-¿La señorita Kim?
-Mmm... con que la señorita Kim, me gusta. ¿Y cómo sellama?
-No lo sé -respondí, irritada-. ¿Por qué naricesestamos hablando de mis alumnos?
-¡Oh, has estado a punto de soltar una maldición! -dijoSeulgi en un tono burlón-. Y... -continuo con total naturalidad- estamoshablando de tus alumnos porque esa vena esta extraordinariamente hinchada hoy,cosa que únicamente ocurre cuando te toca darle clase a ella.
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Aprendiendo a Amar
RomanceMoon Byul-yi, profesora en una de las universidades más importantes en Corea, se verá envuelta en un encuentro furtivo con su alumna la señorita Kim Yongsun, el cual cambiará la perspectiva que tiene de ella misma. Por otro lado, será para la señori...