VII- Algunas revelaciones.

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Hoy me levante demasiado temprano, pero aún así me retrace en todo.

~Supongo que esto tiene que ver con que nuestro impuntual favorito casi nos deja como calcomanía por andar corriendo en medio de una tormenta.

Si desgraciadamente mucho que ver con eso, de hecho ando media coja de esa pierna y para medio disimular y que no me vieran la herida (~que si que se ve un poco preocupante) me puse unos leggins negros por debajo de la falda tableada del uniforme, como estamos entrando en invierno no se vera nada sospechoso, a menos que noten el vendaje.

Cuando salí de mi cuarto para reunirme con mi familia tuve que caminar con naturalidad y eso me estaba costando un mundo así que fingiendo la pereza del mundo me tire al sofá que había en la sala donde estaban
todos.

~La pereza no fue necesario fingirla.

Lina estaba acomodando sus cosas y quejándose sobre el sistema de educación.

~Normal

Papá hablando por el celular, aunque cuando me vió en el sofá se acercó y me dio un pequeño abrazo de buenos días y se alejó para seguir hablando de algo de su trabajo.

~También Normal

Y Leo estaba tirado en el sofá de a mi lado, comiendo... ¡¡¡una hamburguesa con papas fritas y una coca-cola!!!

~No no no eso si no Normal

Me talle los ojos y lo mire otra vez y este seguía en lo suyo, lo que ahora mirandome con mala cara, yo estaba en confusión absoluta.

Leo no come comida chatarra y menos de desayuno, él es uno de esos chicos fitness que hace ejercicios, come sano y aborrece lo grasiento

¡¡Y se está desayunando eso!!

~La decepción, la traición Maya

_ ¿Se puede saber que demonio a invadido el cuerpo de mi hermano?
-le pregunté con una mirada de entre acusación y confusión-

_ ¿Desde cuándo comer papitas es un delito querida hermana?
-me siguió mirando con mala cara y atragantandose tranquilamente-

_ No jodas Leo, tú siempre has odiando la comida chatarra, ¡tu entrenador te matará si se entera de esto!

_ Corrección querida yo odio la comida chatarra
-puso los ojos en blanco-

_ Si si claro, que ironía

_ Bueno Maya una vez en la vida no importa que coma algo así

_ Si importa, sabes bien que eso te va muy mal para tu salud, Leo yo deje de comer todo ese tipo de cosas por apoyarte, no retrocedas todo lo que avanzaste.

_ Ok, solo es esta vez.

_ Eso espero Leo.

Vi que se levantaba del asiento, ya casi se había terminado todo y por el camino a la cocina se lo acabo, mientras el lavaba lo que había ensuciado pensé en la situación.

Leo desde muy pequeño padeció de una enfermedad relacionada con todo eso de comer comidas chatarras y así, no recordaba el nombre porque hacía muchísimo que ni siquiera sentíamos el olor a grasa cerca.

Pero hubo un momento en que Leo estuvo muy mal de eso, lo peor es que tenía una rutina de vida muy mala, se la pasaba en fiestas con una dieta pésima para su salud y creo que hasta algunas veces llego a probar algunos cosas ilícitas.

En ese momento tuvo una crisis por esa enfermedad, lo tuvieron que internar en el hospital por unas cuantas semanas y fue en una visita que se me ocurrió decirle que yo no comería más de esa comida pero que él prometiera que tampoco lo haría.

Un universo aparte✨🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora