El día que San pensó que sería uno de los más felices para Wooyoung, acabó siendo de los más deprimentes y no sólo para Jung, sino que también para él mismo...
Ellos se la pasaron buscando a Seonghwa por todos los lugares, que sabían, frecuentaba. Recorrieron ya con muchos nervios las calles de la ciudad de Seúl, llamaron a varios conocidos para preguntar su paradero, visitaron hasta los hospitales y nada.
Pero la respuesta de cuál era su paradero les llegó cuando se dirigieron al departamento del chico, una vez más, para comprobar. Ahí fue donde la administradora del edificio les preguntó que hacían allí si Seonghwa ya no estaba viviendo en el piso desde hace una semana atrás...
–O esperen, el chico me dio una carta para entregar a quién sea que venga a buscarlo. Alguno de ustedes será, acompañenme al piso inferior, la tengo allí.- les comunicó la mujer.
San y Wooyoung no supieron que decir, así que se limitaron a seguirla y agradecer luego de que se las entregó y retiró; Toda nueva información estaba en ese simple papel "porque estaba seguro que lo buscarían". Wooyoung inmediatamente abrió ese papel para leer las palabras que lo rompieron en un instante...
Resulta que Seonghwa había recibido una oferta de un importante estudio de baile ubicado en New York, hace ya bastante tiempo, cosa que no había comentado con nadie porque "se encontraban negociando y no era nada seguro". Hasta la semana pasada, en que le dieron el ultimátum de aceptar o desistir y él decidió viajar e instalarse una temporada allá.
San no podía creer esa irresponsabilidad por parte de su amigo, él nunca fue así.
Es decir poniendose en el lugar de Wooyoung, siendo su todo y que él se vaya sin decir nada... Tenía a todos detrás suyo y ni siquiera tomó en cuenta a su pareja dejándolo atrás en la completa ignorancia ¡EN SU ANIVERSARIO!
Tampoco fue un buen amigo con él.... No le contó nunca nada y solo les deja una carta pidiendo que cuide a Wooyoung mientras está fuera del país.
Park Seonghwa ¿¡Qué demonios te ocurre!? ¿Qué pretendía que hiciera? ¿Qué lo controlara o algo así?
¿Dónde quedó la decencia de su amigo?
Y lo que es aún peor es...
Que desde ese día ya han pasaron tres años.
Él nunca se digno en llamar a Wooyoung, a pesar de los intentos de éste por contactarlo, ni regresó a Corea para darles la cara.
San presenció como después de ese golpe, Wooyoung cambió mucho, pues se convirtió en cierto chico "rompecorazones" o es así como muchos la apodaban. Porque intentó iniciar de nuevo con algunos chicos que la abordaban pero no concretaba nada al terminar siendo puros idiotas.
Choi permaneció a su lado y tuvo que tragarse sus celos, para no arruinar la amistad que logró reforzar con Wooyoung. Siempre tras él y no por 'el encargo de Seonghwa' sino que por propia decisión. Estaba seguro que ya a ese punto de intensidad, muchos se daban cuenta de lo loco que estaba por Jung Wooyoung y él, no lo notaba o también se hacía el desentendido, para no arruinar todo...
Pero San tampoco se atrevería a dar un paso más porque a pesar de lo que ocurrió, considera a Seonghwa todavía como un amigo.
Y que Wooyoung todavía volvería a él cuando regrese, que aún está enamorado del mayor de los tres.
[ 💫 ]
Ahora mismo San regresaba junto a Wooyoung a ese departamento donde alguna vez lo debió dejar estando completamente destruido por el abandono de su ¿ex? ¿novio?... Nunca quiso preguntar el estatus actual de su vínculo. O en realidad, no se atrevió porque tal vez le saldría con que tenía un nuevo novio y prefería no entrar al tanto de ello.
Dejando ese jodido tema de lado...
En esta oportunidad los motivos de su visita al hogar del chico eran muy diferentes: Era su cumpleaños número 23 y le estaba organizando una pequeña fiesta sorpresa, que armó junto al amigo que tienen en común; Kang Yeosang.
Y también era el encargado de distraerlo toda la tarde y llevarlo de regreso cuando todo esté listo. A penas recibió el mensaje de Yeosang; San continuó el cometido e insistió a un confundido Wooyoung por la repentina necesidad de ir a casa...
Llegando a la fiesta.
Wooyoung estuvo notoriamente emocionado, llegando incluso a las lágrimas cosa que fue bastante raro para todos pues Jung nunca las muestra... Por lo menos el resto no lo vivió porque él sí tuvo que ver como su rayito de luz se desmoronó un día.
Pero para su fortuna poco a poco, y estando siempre a su lado, volvió a reconstruirse y avanzar.
Y no quiere volver a ver sus ojos tristes derramando lágrimas de nuevo.
Así que esperó a que terminará de saludar a todos los que se acercaban a felicitarlo y darle regalos para por fin hacer lo que quería desde mucho tiempo atrás.
–Feliz cumpleaños Wooyoungie~ espero que te haya gustado la sorpresa... Creo que al fin comprendes porque te tuve de acá para allá toda la tarde con estúpidas escusas. – dijo San rascándose la nuca al decir eso mientras tomaba coraje y se acercaba con los brazos más que abiertos y una linda sonrisa en el rostro.
Abrazarlo y sentir por un momento lo que es tener a su sol entre los brazos. Era una sensación cálida y como el otro le devolvía el gesto aún más fuerte, se sintió doblemente perfecto.
Algo provocó que lo soltara, o más bien alguien y ese fue Yeosang, quien se encontraba sacando fotos de todo e hizo que se separen para poder tomar una de ambos. Estaba seguro que mostraba una boba sonrisa que le nació por tener a Woo tan cerca de él...
Ante la interrupción inevitable no pudo más que agradecer internamente a Kang ya que ahora tendía el gran recuerdo plasmado en la galería de su móvil.
–Te quiero Choi San, muchas gracias por esto y todo lo que demás.– dijo Wooyoung antes de volver a irse para conversar con otras personas, pero no sin antes haberle dejado un sorpresivo y fuerte beso en la mejilla.
San sintió su rostro arder y el corazón latir muy rápido.
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