Muchos no saben ni entienden como podría ser la vida después de la muerte, no es algo que muchos realmente se llegan a preguntar, pero si se sabe que dependiendo de como eres en vida, se decide si tu destino es el cielo... o el infierno.
Pero, a vec...
Si hay cosas para las que Lincoln realmente no se podría llegar a sentir listo para hacer o para presenciar, bueno por lo que el estaba pasando claramente era el caso.
Y ahora mismo, estaba en un balcón de una habitación del Hotel Hazbin mirando las calles de Ciudad Pentagrama, peor aun así su mente todavía la sentía algo revuelta.
Desde que despertó en aquel deposito de basura sin saber que es lo que le ocurrió, vaya que las cosas han estado demasiado de cabeza, y claramente podría no ser la ultima vez que siente que algo este de ese mismo modo.
No hacia mucho desde que conoció a Beetlejuice, y lo llevo consigo a un hotel que era dirigido, por la misma princesa del infierno, según lo que el dijo.
Realmente aun estaba sin saber que pensar al respecto, la capucha de la sudadera que el llevaba aun puesta ya sentía que le estorbaba de momento, por lo que no dudo en bajarla dejando expuesto su cabello, pero aun conservaba el cubrebocas de cuero en su rostro.
Ese en realidad, se sentía cómodo y, de momento sentía que aun no era el momento de quitárselo.
Sin embargo, en medio de la tranquilidad que ahora el estaba buscando, no se percataba de que desde el interior de la habitación, era visto por Charlie, Vaggie y Beetlejuice, al mismo tiempo el ultimo ya les había explicado a ambas sobre como lo encontró.
-Entonces, ¿encontraste a ese niño en la calle? -pregunto Vaggie al ver al demonio con una ceja arqueada.
-Si, y cuando vi que de hecho aun era un humano vivo, sabía que tenia que traerlo aquí, las situación en si es grave. -dijo Beetlejuice mientras se rascaba la nuca.
-Aun no entiendo, ¿Cómo es posible que un humano aun vivo pueda acabar aquí en el infierno? -pregunto Charlie con inquietud mientras veía a Lincoln a través de la ventana.
-Ya dije que es mejor esperar a que venga el rey, honestamente es mejor que el también sepa de esto, y hablando de eso, ¿ya viene en camino? -pregunto Beetlejuice al ver a la princesa directamente con duda.
Charlie estaba por decir algo, cuando los tres escuchan que la puerta de la habitación se abre de repente, por lo que voltean y ven, que quien acababa de llegar es un hombre de piel pálida y cabello rubio corto, vistiendo un traje blanco de saco y pantalones, con detalles color rojo de pro medio, guantes y botas negras, sombrero de color blanco con una corona de oro, y sus ojos eran amarillos con las pupilas rojas.
Su apariencia lo hacia más que identificable: era Lucifer, el rey del infierno... y padre de Charlie.
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-Oh papa, que gusto que hayas podido venir. -dijo Charlie mientras se acercaba a abrazar a su padre, quien con gusto lo correspondió.
-Esta bien cariño, aunque te aviso que antes de venir... recibí una llamada de tu madre. -dijo Lucifer con lo ultimo mientras desviaba la mirada con tristeza
