Samanta acaba de marcharse, esta muy triste, me ha dado un afila puntas pero no tiene cuchilla espero que no piense... ¡No ella no se rendiría tan pronto! Es fuerte seguro que luchara.
- Samanta, si puedes escucharme, por favor, resiste, por tí, por mí, te necesito!.- Lo pensé, y lo susurré suavemente al viento con la esperanza de que este le hiciera llegar mis palabras a Samy, ¿Por qué hice lo que hice?, ¿Por qué me deje arrastrar dentro de esta espiral de destrucción que acabara conmigo mismo?
Pasan los días, hace mucho desde mi conversación con Sam, y ella no ha vuelto a aparecer. ''¿Qué habrá ocurrido?'' pensé, mientras el profesor intentaba inútilmente llamar la atención de unos compañeros. Y estaba preocupado, por lo que podría haber pasado. Y me fui a casa de Samy para enterarme.
-¿A dondé vas?, ¿Sigues pensado en ''Gorritos''? tío olvida te de ella, es una pringada más, pero bien si quieres a una pringada mira esta estudiante ''ha sido muy mala chica'' y tu ya sabes a lo que me refiero.- Dijó Kevin mostrándome una foto de una puta disfrazada de colegiala.
-¡Eres un cerdo! deja me en paz ¿quieres?
-¡Venga! No te enfades, y olvida te de esa ''cosa'' a la que te obcecas en llamar Samy, -Dijó entre risas.- Le pones nombre como si fuera una mascota, bueno, en realidad lo era, ¿no es cierto? Era tu perrita. ¡JAJAJAJAJA!.-Y siguió riéndose.
Yo entré en cólera, no iba a permitir que hablara así de esa parte de mi vida. Su risa se clavaba en mí como si miles de abejas enfurecidas me envenenaran el alma. Ya le había hecho bastante daño a Samy, y yo mismo, y ya no iba a aguantarlo más. No se ni si quiera como ni cuando mi mano se convirtió en un puño y este fue directo a la nariz de Kevin la cual empezó a expulsar sangre como si de una fuente se tratara.
- ¡COLEGA! ¿DE QUÉ COÑO VAS? AHHHHGG! ¡DIOS! esto sangra mucho! !QUÉ DOLOR!.-
-Lo siento es que ¿sabes? ¡no se me ocurrió un modo mejor de cerrarte la puta boca!.- Respondí yo con una mezcla de sarcasmo y furia.
-¿QUÉ? ¿QUÉ TE PASA? ¿TODO ESTO ES POR SAM!? ¡ENSERIO!
-¡SI! ¿SABES? TODO ES POR ELLA, Y SI TU PUDIERAS VER POR ENCIMA DE TU POLLA, TE DARÍAS CUENTA DE LO CAPULLO QUE ERES!.- Según acabe esta frase mi rabia me llevo a golpearle la rodilla, cuando cayó al suelo seguí dándole patadas en el estomago hasta que un profesor nos vio, era el Sñr. Dorian, mi profesor de historia. Y me hizo parar, nos mando al despacho del director, pero cuando Kevin se levantó y vio la sangre le llevó hasta la enfermería.
- Y tú, no se porque os estaríais peleando pero ¡se acabo! Vete derecho al despacho del director jovencito y cuenta le a él todo lo que ha pasado.- Replicó el Sñr. Dorian dirigiéndose a mí.
Me fuí al despacho del director.
-Hola, ¿qué te ocurre?, ¿Por qué no estas en clase?.- Me preguntó el director según entre repentinamente por la puerta. Con la pelea y los nervios ni me dí cuenta.
-Hola disculpe, el Sñr. Dorian me ha mandado venir porque estaba peleando me con un compañero en el pasillo.
-Entiendo, y ¿comó os llamaís? y ¿Por qué él no esta aquí? normalmente cuando dos chicos se pelean me mandan a los dos.- Me dijó él extañado.
-Me llamo Michel Smith, y mi compañero es Kevin Anderson, y el Sñr. Dorian ha tenido que acompañarlo a la enfermería porque le sangraba la nariz.- Respondí yo tímidamente.
-Y ¿Qué pasó para que le hicieras sangrar la nariz? o mejor explicase lo a tus padres, los llamare ahora mismo para hablar de este comportamiento. -Cogió mi expediente del archivo, y miró el número de mi casa, y lo marcó en el teléfono.- Hola, ¿Son los padre de Michel Smith? Soy el director de su instituto.
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El precio de la libertad.
Teen FictionMe llamo Samanta, y toda mi historia comienza con un sueño, el sueño de ser libre, de dejar mi dolor atrás y empezar de cero, ¿Pero que es lo que ocurre exactamente después de la muerte? ¿Acaso nuestros ''demonios'' nos persiguen después del suicidi...