Catarsis - H. J. Potter

1.1

DISCLAIMER: en este fanfic los estudiantes entran a hogwarts a los 12 años. Lo hago para tener más coherencia con las edades y los sucesos de la historia. Gracias por leer.

Eleanor estaba de cumpleaños. Cumplía 12 años, estaba en el salón de geografía cuando la profesora la llamó.

- Black. Te buscan. - generalmente las profesoras decían eso para cuando los padres de las niñas pasaban a recogerlas. Aunque su madre se estaba demorando demasiado, así que solo pensó que pasó a recoger algunas cosas para su cumpleaños.

La pelinegra salió y se encontró en el pasillo con un hombre casi gigante y desaliñado.

Iba a pasar de él para ir a buscar a su madre, pero entonces, habló.

- ¿Eleanor? - dijo llamando su atención, lo cual la asustó mucho. ¿Cómo sabía su nombre? - ¿Eleanor Black?

La niña se sorprendió al ver que sí era con ella y no era con cualquier otra chica llamada Eleanor en el instituto.

- ¿Quién es usted? - preguntó un poco grosera.

- así que si eres tú, ven - pero Eleanor solo se quedó en su lugar. - ¿Qué esperas?

- Lo siento, pero no lo conozco, y no puedo ir siguiendo a desconocidos así como así. - se disculpó y se iba a retirar.

- ¡No! ¡Espera! - dijo para detenerla. - Eleanor, tengo algo para tí, digamos que es un regalo de cumpleaños.

- ¿Cómo sabe que cumplo años?

La chica se quedó estupefacta. Y el hombre le dio una carta.

- ¿Qué es esto? - miro la carta y empezó a leer por la parte trasera

Eleanor Nova Black. Nos complace informarle que ha sido admitida en hogwarts escuela de magia y hechicería

- ¿Escuela de qué? ¿Magia? - Hagrid notó la confusión de la niña y se extrañó. ¿Cómo era posible que la hija de dos brujos tan excepcionales no supiera que era la magia?

- ¡Eleanor! - llamó su madre, ya que la vio hablando con un desconocido. Se acercó a toda prisa y la agarró de la mano. - ¿Qué te he dicho de hablar con desconocidos...? - la mujer estaba en medio de su regaño cuando Hagrid la interrumpió.

- Xenia... - la niña no estaba entendiendo nada, ni quién era ese hombre, ni por qué conocía a su madre, o a ella, o qué era esa carta.

- ¿Hagrid? - la mujer se sorprendió.

- ¿Mamá, lo conoces? - preguntó la niña

- Lo conocí, pero... - Hagrid la interrumpió.

- ¿Cómo es posible? - reclamó - eres una de las brujas más excepcionales y tú hija ni siquiera sabe que es la magia.

- ¿Mamá, de qué está hablando? - la niña estaba completamente sin idea de lo que estaba pasando.

- No es nada, Cariño, vámonos. - La mujer se despidió de él hombre y salieron del lugar.

Pero ya él había plantado la semilla en el cerebro de Eleanor y ahora Xenia que ver cómo iba a fumigarla para que no germinara. O por lo menos no antes de que ella pudiera explicarle.

•••

Eleanor se sentía incómoda, no podía dejar de pensar en las palabras del hombre misterioso que había aparecido en su cumpleaños. Pero no se había atrevido a mencionarlo a su madre, temiendo su reacción. Una semana había pasado sin que se volviera a mencionar el tema, pero Eleanor no podía sacudirse la sensación de que algo importante estaba sucediendo.