La huella de tu Ausencia

La Luz en el Horizonte

El bullicio del día a día y el eco de la victoria en el concurso de música llenaban la vida de Adeline con un nuevo propósito. Sin embargo, en los momentos de calma, su mente aún regresaba a los recuerdos de Hazel. A pesar de haber encontrado una nueva voz y un camino hacia la sanación, había un rincón de su corazón que todavía llevaba la huella de su amor.

La rutina después del concurso se había vuelto un poco más agitada. Adeline y Mia estaban trabajando en el EP prometido, y la emoción de crear música juntas era contagiosa. Cada ensayo, cada letra escrita, se sentía como un paso más hacia la realización de un sueño que parecía alejarse y acercarse a la vez. Pero en cada acorde, había una sombra de nostalgia que la acompañaba.

Una tarde, mientras revisaban los demos en el estudio, Mia notó que Adeline estaba distraída. “Oye, ¿estás bien? Te noto pensativa”, dijo, dejándose caer en la silla frente a ella.

Adeline suspiró. “Sí, solo… estoy pensando en Hazel. Me alegra haberme presentado al concurso y haber ganado, pero a veces siento que el pasado aún me pesa”.

Mia se inclinó hacia adelante, con su expresión seria. “Adeline, es normal tener esos sentimientos. A veces, la sanación no es lineal. Pero debes recordar que has crecido mucho desde entonces. Has encontrado tu voz y tu propósito”.

“Lo sé, pero a veces me pregunto si debería intentar volver a hablar con ella, o si simplemente debería dejarlo ir de una vez”, admitió Adeline, sintiendo la confusión en su corazón.

Mia sonrió, comprendiendo su dilema. “Quizás deberías escribirle. Si sientes que hay algo que necesitas decirle, tal vez esa sea la forma de cerrar ese capítulo. Pero asegúrate de hacerlo cuando estés lista”.

Adeline consideró las palabras de su amiga. Había estado evitando la idea de contactar a Hazel, temerosa de abrir viejas heridas, pero también sentía que había cosas que necesitaba expresar. “Tienes razón. Tal vez escribirle una carta sería una buena idea. Necesito liberar esos sentimientos”.

Esa noche, Adeline se sentó frente a su escritorio, con una hoja en blanco frente a ella. Las palabras fluyeron de su corazón con facilidad, como si cada letra fuera un paso hacia la sanación. Recordó los momentos felices que habían compartido, las risas y las conversaciones profundas que siempre habían tenido. Pero también escribió sobre el dolor de la separación, de la pérdida y de cómo su amor había evolucionado en su corazón.

“Querida Hazel,” comenzó, “ha pasado mucho tiempo desde la última vez que hablamos. Quiero que sepas que, aunque nuestra relación cambió, siempre guardo un cariño especial por ti. He aprendido a aceptar el dolor de nuestra separación, y he encontrado un nuevo camino en la música. A veces siento que me cuesta dejar ir lo que tuvimos, pero también me he dado cuenta de que he crecido desde entonces”.

Continuó expresando sus sentimientos, compartiendo cómo la música la había ayudado a encontrar su voz y a enfrentar sus miedos. “Quiero que sepas que siempre estaré agradecida por lo que compartimos. Me has enseñado tanto sobre el amor y la vida. Aunque nuestras vidas hayan tomado rumbos diferentes, siempre desearé lo mejor para ti”.

Cuando terminó de escribir, sintió una mezcla de liberación y ansiedad. Había expresado lo que había guardado en su corazón, y eso era un paso hacia la sanación. La decisión de enviar la carta aún estaba pendiente, pero sabía que había hecho algo importante al escribirla.

Los días pasaron y el trabajo en el EP continuó. Cada vez que se reunían, la música llenaba la habitación y ayudaba a Adeline a concentrarse en el presente. Sin embargo, el deseo de enviar la carta persistía en su mente. Finalmente, una mañana, decidió que era el momento de hacerlo. Llenó un sobre con la carta y lo envió, sintiendo que había tomado una decisión valiente.