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Taehyung.

Me observé en el espejo una última vez para asegurarme de que todo estuviera debidamente arreglado. Acomodé los gemelos que lucían en las muñecas de la camisa que ocupaba este día, era de un color crema suave. Terminé de ajustar mi corbata y le dí un último vistazo a mi cabello en el enorme espejo del vestidor asegurándome de que estuviera perfectamente peinado hacia atrás exponiendo mi frente.

Bajé entonces a la cocina a prepararme un café y observé la hora en mi reloj de pulsera y el tiempo cuadraba a la perfección. Me crucé de brazos y me apoyé en la encimera mientras observaba el aparato que preparaba el café. Su aroma ocupaba cada pequeño espacio de la gran cocina.

Me sobresalté cuando el ringtone escandaloso característico de los Samsung resonó por todo el lugar; estaba recibiendo una llamada, después de ver quién era descolgué.

- Buenos días Señor Kim - saludó Eunha, una de mis asistentes.

- Buenos días.

- Disculpe que lo llame a horas tan tempranas, pero como su amigo Min Yoongi informó que ya usted se encontraba mejor de salud supuse que estaría en camino a TechNova.

- Mjum - musité y después de poner la opción de altavoz vertí el café en una de las tazas para luego buscar una cuchara.

- Bueno iré al grano, le llamaba para avisar que ya enviaremos las primeras opciones del proyecto desarrollado con LuxStay.

Me sentí repentinamente nervioso al escuchar el nombre de la empresa, recordando que debía hablar con el CEO de la misma. Hace unos días desperté después de haber estado inconsciente en el hospital. Yoongi estaba encargado de mí después de que un extraño lo llamara para avisar que yo estaba en el hospital con un severo resfriado. Le pregunté al médico quien me había traído ya que yo no recordaba absolutamente nada y él me mostró una targeta de presentación que había dejado la persona, y resultó ser Jungkook.

Me forcé a recordar pero todo estaba borroso, al parecer la alta fiebre y medicinas causaron lagunas en mi memoria. Solo recordaba cuando lo recibí en la puerta y mi jodido atrevimiento a abrazarlo, pero después de eso, nada.

No tenía idea de cómo había llegado a mi casa, ni el por qué había abandonado la celebración, ni la razón por la que se había preocupado por mí cuando nuestra relación solo se extendía a una laboral, es decir, apenas nos habíamos visto dos veces, y una de ellas en una situación no muy profesional.

Así que no quería ser maleducado y agradecerle lo que había hecho.

"Solo deseas tener una excusa para verlo".

Sí, claro, lo que tú digas. Sacudí mi cabeza intentando deshacerme de los pensamientos de mi lobo para luego responderle a Eunha.

- En realidad desearía entregar yo mismo el proyecto - carraspeé intentando imaginar una excusa creíble - Quisiera consultar algunos detalles con su CEO.

- Bueno si así lo desea. Aunque podríamos hacerlo por usted o incluso podríamos hacer una conferencia por videollamada.

Y dale.

- No, descuida, prefiero conversar con él personalmente.

- Claro. Le enviaré un archivo con toda la información entonces. Eso sería todo

- Bien, gracias. Tenga buen día.

- Igualmente, señor Kim.

Colgué y finalmente conseguí una cuchara para echar varias cucharadas de azúcar en el café. Llevé la taza a mis labios y dí un pequeño sorbo. Arrugué el ceño e hice una mueca de desagrado.

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⏰ Última actualización: Aug 24 ⏰

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Temporalmente tuyo || kookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora