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Izuku: ¿P-Por dónde salgo? ¿Puedes quitarme esto? - Decía decaído mientras señalaba la cadena de su cuello y algunas lágrimas amenazaban con salir de sus ojos esmeralda.

Bakugo: ¿Que por dónde sales?, ¿Escuché bien? Deja de decir estupideces - Se acercó bruscamente al menor.

Izuku: ¿Q-Qué? P-pero tú dijiste q-que - Fue interrumpido por Bakugo.

Bakugo: ¿Cómo puedes ser tan idiota? - Golpeó la cabeza del pecoso con su dedo índice - ¿De verdad creíste que después de eso podrías marcharte como si nada? Pequeño idiota - Viéndolo directamente.

Bakugo tomo a Izuku del cabello y lo lanzó bruscamente a la cama ocasionando que cayera boca abajo, antes de que se pudiera girar el cenizo se posicionó sobre él y sujetó sus brazos para colocarlos en su espalda mientras los sostenía fuertemente con una mano.

Izuku: ¿¡Qué haces!? - Gritó alarmado.

Bakugo: ¿Qué no es obvio? - Susurró en su oído mientras pegaba su miembro en el trasero del peliverde.

El pecoso no pudo evitar sentirse como un idiota ¿Cómo fue capaz de creer en la palabra del cenizo? ¿Cómo fue tan iluso para creer que lo dejaría libre?
Inmediatamente comenzó a sentirse angustiado y desesperado pues lo inevitable estaba a punto de suceder.

Izuku: ¡Ayuda! ¡Por favor! - Gritó desesperado antes de comenzar a llorar.

Bakugo: Nadie te escuchará...idiota - Riéndo de manera burlona.

El peliverde comenzó a intentar salir de su posición con todas sus fuerzas pues el cenizo estaba comenzando a quitarle su bóxer. Ya había estado a punto de llorar en algunas ocasiones pero sin duda nada se comparaba con esto y sin poder contenerse comenzó a derramar lágrimas.

Izuku: ¡P-Por favor! ¡B-Basta! - Le rogaba al cenizo.

Bakugo: Debes saber que no seré gentil, estúpido - Advirtió mientras colocaba lubricante en la entrada del más chico.

Inevitablemente Izuku se estremeció al sentir como los dedos del cenizo se posaban en su entrada para colocar el lubricante, casí al instante y con todas sus fuerzas trató de salir del agarre del cenizo, necesitaba detenerlo antes de que la situación empeorara.

Por otra parte Bakugo ya había "desperdiciado" demasiado tiempo así que decidió seguir sin una previa estimulación y sin más introdujo su miembro completo con un rápido y fuerte movimiento en la cavidad del peliverde quien sintió un terrible dolor agudo acompañado de un grito desgarrador.

Izuku: ¡AAAGHHH! - Gritó dolorosamente.

Bakugo: Te lo advertí - Comenzó a dar rápidas y profundas embestidas.

Izuku: ¡D-DETENTE! ¡AGHH! - Gritaba con una mezcla de dolor y llanto.

Bakugo: ~¿Qué dices? El ruido de tu trasero no me deja escuchar~ - Decía de manera provocativa mientras aumentaba la velocidad.

Izuku: ¡DETENTE K-KACCHAN! ¡D-DUELE! - Lloraba freneticamente pues el dolor iba en aumento.

Bakugo: ~Hmm estás... muy apretado~ - Sumergido en el placer.

Izuku: ¡AGGH! ¡B-BASTA! - Lloraba fuertemente - ¡POR FAVOR! ¡PARA!

El cenizo se dirigió al cuello del peliverde mientras aumentaba sus embestidas, estaba tan exitado que comenzó a morder el cuello y la espalda del pecoso.

¡Detente, Kacchan! +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora