¡Detente, Kacchan! +18

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•: |El peso de tu adiós|:•

Kirishima: ¡Bakugo! - Clamó angustiado, mientras se arrodillaba a un costado del cenizo - ¿¡Qué ocurrió!?.

El resto del grupo rodeó a Katsuki un tanto preocupados, al mismo tiempo que, visiblemente alarmados analizaban su estado. No sabían cómo había terminado en esa condición tan crítica, pero si de algo estaban seguros era que el villano debía ser muy poderoso para dejarlo de esa manera, ¿Acaso el villano era tan formidable que los dos mejores de la clase fueron incapaces de detenerlo? De ser así ¿Qué les esperaba a ellos?.

Denki: Solo aguanta un poco más, amigo - Dijo desesperado - La ayuda está en camino.

Katsuki intentó asentir, pero el maldito dolor era tan insoportable que no pudo hacerlo, por lo que se limitó a mantenerse en silencio.

Bakugo: M-Maldi-ción - Habló con voz ronca, en un susurro apenas audible.

Incluso decir esa simple palabra le causaba un dolor extremo, era como si el aire que salía de sus pulmones se convirtiera en miles de cuchillas, cortando con insistencia la parte interna de su garganta. Una mueca de dolor se formó en su rostro, y aunque no era completamente visible debido a su antebrazo, sus amigos pudieron deducirlo con la simple expresión en sus ojos.

Mina: No.. no deberías esforzarte demasiado - Habló con un aire de trsiteza.

Un nudo se formó en la garganta de la chica, las lágrimas comenzaban a acumularse en la comisura de sus ojos, una sensación de vacío se instaló en su pecho y sus labios comenzaron a temblar, ¿Y es que quién no estaría al borde del llanto al ver a alguien cercano en ese estado? Incluso si se trataba de Bakugo, verlo de esta manera era una novedad, algo demasiado inusual.

Bakugo: A la mie-rda - Pronunció de manera dificultosa.

Los chicos suspiraron, incluso en ese estado Bakugo seguía siendo malditamente terco.

Pero Kaminari no pudo soportarlo más, las gruesas gotas salinas comenzaron a bajar con intensidad por sus suaves mejillas, llegando hasta su barbilla y cayendo al piso como producto de la gravedad. Realmente rogaba que su amigo no tuviera daños severos porque no soportaría verlo durante mucho tiempo en la cama de un hospital. Esta escena fue el detonante perfecto para que Ashido estallara en llanto, acompañando al rubio eléctrico en su dolorosa actividad.

Katsuki moría por decirles a esos idiotas que detuvieran sus estúpidas cursilerías, pero nuevamente, el dolor le impidió articular una sola palabra.

Por otra parte, el azabache sabía que lo que estaba a punto de decir no era lo mejor dadas las circunstancias, pero era consciente de que tanto él como los demás querían hacer esa pregunta.

Sero: Sé que no es el mejor momento, pero ¿Puedes decirnos qué pasó aquí? El lugar está hecho un desastre, viejo - Inquirió con una mezcla de incertidumbre y pesadez.

No quería forzar a su amigo, pero era preferible que intentara explicarles lo que había ocurrido a que gastara sus pocas energías en maldecirlos.

El de ojos carmesí no sabía por dónde carajo empezar, ¿Cómo diablos se supone que les explicaría que el maldito mitad y mitad exhibió la situación de Deku frente a toda la maldita clase? Y peor aún ¿Cómo carajo les diría que esos idiotas habían hecho un maldito plan para hacerlo pagar por algo que él no hizo? En otras circunstancias sería jodidamente fácil explicar todo eso, pero en este maldito momento no podía siquiera respirar sin sentir que estaba a punto de morir.

Pero al menos debía intentarlo.

Abrió suavemente la boca para comenzar con su explicación, pero de manera repentina una sensación de picor se instaló en su garganta, provocándole una molesta e intensa tos, el sabor metálico comenzó a invadir cada una de sus papilas gustativas, impregnando las mismas de aquél sabor tan peculiar y desagradable, sus músculos se contraían de manera desgarradora con cada arcada que involuntariamente su cuerpo daba tras cada golpe de tos, causando un dolor insoportable en todo su cuerpo.