𝑬𝑮 || "Oh you and me, we'd be a big conversation, and I heard about you, I got some big enemies".
|| El campeón Max Verstappen tiene todo a lo que siempre aspiró: ganar. Coronado campeón en 2021 llega a 2022 listo para conquistarlo todo.
Lo que no...
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EL MOTOR DE LOS CARROS Y LAS MOTOCICLETAS era lo que llenaba sus oídos mientras sonreía ante la sensación de euforia que creció dentro de ella, nada la hacía más feliz que esta clase de cosas, pero notar las miradas que se dirigieron hacia ella fue lo que arruinó completamente su emoción.
Casi gruñe de fastidio cuando Max se posó a su lado, dejándole en claro a todas las miradas que sí, él era su novio y aunque solamente era por contrato; a él le gustaba cuidar de las cosas que eran suyas sin importar el tiempo que lo fueran y Layla ahora era parte de las cosas que lucía con orgullo.
― Creo que te estoy robando el reflector ― murmuró en su oído, tomándola de la mano para dejar en claro su relación ante los ojos de todos aquellos hijos de papis que se desafiaban compitiendo en esta clase de lugares.
Su mirada fue hacia la azulada de Jonathan que los observaba y el piloto de fórmula uno solamente sonrió ante la expresión contraria.
― Sueñas, lo bueno es que tu cerebro no está muerto para evitar que sueñes ― le respondió, hoy no estaba de humor.
No había sido su día desde que todos sus conocidos llegaron al paddock y se quedaron en el garaje de Red Bull, no estaba lista para afrontar ese tipo de cosas y empezaba a sospechar que jamás lo estaría. Ignorarlos había sido una buena idea, pero incluso en este que era su lugar seguro notó como los amigos de Jonathan lo rodeaban, dejándole en claro de que al menos por hoy no descansaría de esas serpientes que llegaron a ser sus amigos años atrás.
Max los notó, a aquellas personas que habían desecho la muralla que Layla tenía sobre sus emociones y sintió un malestar posarse en su pecho, para nadie era sorpresa que empezara a sentir una clase de instinto protector hacia ella y ese instinto le gritaba que esas personas eran malas.
― ¡Layla! ― Jonathan gritó haciendo que aquella pareja se detuviera a unos pasos de él.
La nombrada volteó a verlo sintiéndose extraña, ahora que había visto a Michael a su cabeza no paraban de llegar ideas locas sobre aquellos ojos azules siendo parte de su vida pasada, pero por más que quisiera darles contexto a las imágenes no recordaba nada.
Era como si Jonathan hubiera sido borrado de su memoria y eso la hacía sentirse vulnerable ante él.
― Pensé que no vendrías ― le sonrió sintiéndose algo tímido, siempre era difícil controlar sus emociones cuando ella estaba cerca; no por nada había sido el amor de su vida.
― Yo nunca falto a esta clase de cosas, creo que ya lo debes de saber.
Aunque su comentario no contenía ningún mensaje entre líneas, Jonathan sonrió ante eso, era como si el inconsciente de Layla le dijera que seguía ahí, pero esa era una idea ilusa originada de la necesidad de querer tenerla como antes, que lo recordara y su historia siguiera escribiéndose, pero al ver al piloto neerlandés a su lado se dio cuenta que tal vez todo estaba perdido.
