𝑬𝑮 || "Oh you and me, we'd be a big conversation, and I heard about you, I got some big enemies".
|| El campeón Max Verstappen tiene todo a lo que siempre aspiró: ganar. Coronado campeón en 2021 llega a 2022 listo para conquistarlo todo.
Lo que no...
— chapter five: she was young and all she had was the city —
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
OBSERVÓ SU MOTOCICLETA SINTIÉNDOSE TOTALMENTE perdida, era lo más hermoso que sus ojos habían visto, pero ahora la simple idea de subirse a ella la hizo tragar grueso. Se mordió el labio inferior mientras cerraba los ojos trayendo a su memoria un sinfín de flashbacks a su cabeza.
"― Lay ¿estás segura de que quieres conducir? Te recuerdo que el viaje es un poco largo y ya es noche. ― su padre la observó con dulzura ― Fácilmente puedo hacer que un chófer nos lleve.
La nombrada observó a su padre llena de incredulidad. ― Sabes que no es problema, estás hablando con una persona capaz de conducir ¿te olvidas quién me enseñó?
Su padre le sonrió, ver carreras era de sus pasatiempos favoritos con su hija. Aunque actualmente Layla dijera que no le gustaba la fórmula uno, de niña era lo que veía junto a él.
― Entonces vamos, que nos espera un largo viaje".
Abrió sus ojos aguantando las lágrimas que se acumularon en sus ojos, desvió la mirada hacia la colección de carros que su padre tenía, aquellos que no podía usar desde que en la carretera había perdido el control yéndose hacia un barranco.
Desvió la mirada mientras empezaba a querer tronarse los dedos en señal de ansiedad.
― Vamos, Layla ― se motivó a sí misma. ― Esto es pan comido, no puedes derribarte tan pronto.
Inhalando y exhalando, caminó hacia la moto y se colocó los guantes mientras se subía a la moto, sintiendo una extraña sensación llena de miedo y ansiedad cuando colocó sus manos en los manubrios.
Sus pulmones se congelaron y empezaron a buscar una vía de respiración haciéndola abrir su boca por puro instinto, volvió a cerrar los ojos tratando de controlar aquella sensación de pánico dentro de ella, aquella que aparecía cada vez que tenía que subirse a un auto.
Suprimiéndola y controlando el temblor en sus manos tomó su casco colocándoselo y arrancando la moto salió de la cochera de la casa que ahora le pertenecía, una mansión en los mejores barrios de Londres perteneciente a sus padres, en la que ahora vivía.
Se abrió la reja de esta y salió disparada apretando un botón de la música dentro de su casco para distraerse. Aumentó de velocidad al ritmo de la música y sintió aquella pizca de adrenalina que siempre la recorría cuando de motos y velocidad se trataba.
Tenía dos meses que no se subía a una, meses de no poder conducir porque se sentía incapaz de hacerlo, pero las palabras de su hermano la habían herido de sobremanera y la única solución que le serviría para dejar atrás esas palabras, que no fuera el alcohol y el tabaco, era competir; sentir nuevamente aquella adrenalina y aunque estuviera muriéndose por dentro con los traumas que estaban apareciendo en su vida cuando de velocidad y conducir se trataba, necesitaba hacerlo.
