𝑬𝑮 || "Oh you and me, we'd be a big conversation, and I heard about you, I got some big enemies".
|| El campeón Max Verstappen tiene todo a lo que siempre aspiró: ganar. Coronado campeón en 2021 llega a 2022 listo para conquistarlo todo.
Lo que no...
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20 de marzo del 2022.
Sakhir, Bahréin
SUBIÓ EL CIERRE DE SU VESTIDO MIENTRAS se levantaba de la cama del hotel, dispuesta a dejar a aquel hombre que había conocido la noche anterior. Suspiró al escucharlo roncar y casi rueda los ojos cuando se dio media vuelta balbuceando entre sueños.
Si hubiera sido una gran noche le hubiera dejado una nota en dónde le decía que se había tenido que ir por temas de trabajo, pero la verdad no tenía nada de memorable así que tomando sus tacones en una mano y su cartera en la otra salió de aquella habitación sin mirar atrás.
En el elevador se colocó sus tacones y se maquilló en el espejo, dando una versión diferente de la que se había despertado. Cuando las puertas se abrieron sonrió al ver a Tyler que la esperaba de brazos cruzados.
― ¿Me puedes decir por qué nuevamente terminaste en la cama de un rubio idiota?
― Porque los rubios idiotas me gustan ― sonrió tomándolo del brazo, saliendo por la puerta de enfrente sin nadie que realmente los notara. Subiéndose al taxi que los esperaba. ―Por cierto, gracias por venir a buscarme, pensé que tendría que regresar al hotel yo misma.
― Cuando mi amiga me marca a las cinco de la mañana diciéndome que pase por ella es una clara razón para venir a buscarla, aunque cuando llegué a la dirección que mandaste preferí haberme quedado dormido.
Layla lo observó con la boca abierta en incredulidad. ― ¿Y si me tuvieran secuestrada en este hotel?
― No creo que esposarte en los juegos sexuales sea considerado secuestro.
― Lo sé, lamentablemente esta noche no es para nada de mis favoritas ― la modelo murmuró asqueada, aunque saciada de alguna manera. ― Además me debías este favor, no estamos en esta ciudad porque sea la octava maravilla del mundo.
Tyler soltó una pequeña risa nasal mientras veía por la ventana del auto como el sol empezaba a dejar a la vista sus rayos de luz. ― Vamos, venir al inicio de la temporada de la fórmula uno tampoco es tan malo.
― Lo es cuando odias este deporte, o cualquier otro que tenga que ver con hombres idiotas.
― No todos son idiotas, unos son las personas más caballerosas y amables que encontrarás ― defendió a aquellos hombres que tanto admiraba.
Layla se resignó de decir cualquier otra cosa mientras suspiraba recargándose en el hombro de su amigo, no quería iniciar nuevamente con una discusión sobre las personalidades que tendría que soportar hoy en el paddock.
Un lugar al que si le preguntaban preferiría no visitar ni estando ebria, mucho menos con la cruda que se cargaba ese día, pero entendía la emoción de su amigo, verían desde las zonas VIP a su equipo favorito de todos los tiempos.
