Capitulo 1. El legado de Luminari

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Junio 2021,Francia, Paris

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Junio 2021,Francia, Paris

La luz del amanecer se filtraba a través de las ventanas del despacho de Raphaël, iluminando la habitación con un suave brillo . Sentado en su silla de cuero, con la mirada perdida en el horizonte, Raphaël reflexionaba sobre su vida y su legado. Luminari, la empresa que había fundado hace más de dos décadas, había cambiado el mundo con sus innovadoras soluciones de iluminación sostenible. Pero ahora, a los 53 años, Raphaël se preguntaba qué vendría después. ¿Qué pasaría con Luminari cuando él ya no estuviera al mando? Su primogénito no queria heredar una empresa con tanta responsabilidad sobre sus hombros como el lo tuvo toda su vida y lo entendía pero la siguiente en la línea era su hija Adèle y no tenia ni la edad ni la capacidad de tomar el mando

En ese momento, la puerta del despacho se abrió y entró su hijo Félix, con una sonrisa en el rostro y una mirada curiosa en los ojos.

-Padre, tengo algo que hablar contigo - dijo Félix, cerrando la puerta detrás de él.

Raphaël sonrió, sabiendo que ese momento marcaba el inicio de una nueva etapa en su vida y en la historia de Luminari.

Raphaël se recostó en su silla y comenzó a narrar la historia de Luminari, desde sus humildes comienzos en un pequeño taller hasta convertirse en una empresa líder en la industria de la iluminación sostenible.


-Hace muchos años, habia un joven ingeniero con una pasión por encontrar soluciones innovadoras para iluminar el mundo de manera más eficiente y respetuosa con el medio ambiente- comenzó Raphaël. -Se creo Luminari, con la visión de revolucionar la forma en que la gente iluminaba sus hogares y comunidades, bajo su liderazgo, Luminari se convirtió en una empresa líder en su sector...


Félix escuchaba con atención, fascinado por la historia de su padre y la empresa que habían fundado.-En aquellos primeros años, enfrentaron muchos desafíos y obstáculos-, continuó Raphaël. -Pero nunca perdieron la fe en la misión y siguieron adelante, innovando y mejorando nuestros productos y servicios.


A medida que Raphaël hablaba, Félix podía ver la pasión y la dedicación en los ojos de su padre. Comprendió que Luminari no era solo una empresa, sino una extensión de la visión y los valores de su familia antepasada.


-Y ahora, después de todo ese tiempo, Luminari es una empresa líder en la industria, - dijo Raphaël, sonriendo con orgullo. -Pero no podemos descansar en nuestros hogares. Debemos seguir innovando y adelantándonos a los desafíos del futuro.


Félix asintió, sintiendo un renovado sentido de propósito y responsabilidad. Sabía que tenía un papel importante que desempeñar en el futuro de Luminari.


-Entiendo el sacrificio que se ha hecho con esta empresa padre, pero tu igual tienes que comprender, esto no solamente lo hago por el legado de Luminari , si no por que no quiero que mi hermana tenga tanta responsabilidad en sus hombros mientras yo estoy teniendo una libertad plena.

Raphaël suspiro, -Hijo esta empresa fue ganando premios por sus innovaciones e incluso fue nombrada en varias ocasiones "Empresa del año".

Félix lo miro detenidamente, -Por qué lo mencionas ,Padre?

-Por que se que esto no era lo que querías pero al aceptarlo tienes que estar a la altura de la empresa, sacarla adelante y esforzarte en aquello, por que esto no es un juego que dejaras después de un tiempo, al igual que yo quiero que saques a lucir tu nombre y seas digno de mi apellido, no quiero margen de errores- Exclamo un poco molesto Raphaël

De repente, el teléfono en el escritorio de Raphaël sonó, interrumpiendo el momento. Raphaël miró la pantalla y frunció el ceño.


-Lo siento, Félix. Tengo que atender esta llamada-, dijo, y descolgó el teléfono.


Félix se levantó de la silla y se acercó a la ventana, mirando hacia afuera mientras su padre hablaba por teléfono. Podía escuchar la voz de Raphaël, seria y preocupada, pero no lograba entender de qué hablaba. Después de unos minutos, Raphaël colgó el teléfono y se levantó de la silla.


-Félix, tengo que irme-, dijo, con una expresión de urgencia en su rostro. -Ha surgido un problema en la fábrica de Luminari. Necesito ir allá lo antes posible.


Félix se sorprendió. -¿Qué pasa, padre?- preguntó, preocupado.


Raphaël sacudió la cabeza. -No lo sé todavía, pero parece ser grave. Félix, necesito que te quedes aquí y te encargues de algunas cosas mientras estoy fuera.


Félix asintió, sintiendo una sensación de responsabilidad. -Padre. Estaré aquí, no te preocupes-.Raphaël asintió y se dirigió hacia la puerta. -Gracias, Félix. Confío en ti.


Y con eso, Raphaël salió del despacho, dejando a Félix solo y con muchas preguntas en su mente.


Félix se quedo solo en el despacho de su padre, pensando en lo que acababa de suceder. se preguntaba que podría estar sucediendo en la fábrica Luminari que requiriera la atención inmediata de su padre y por otra parte el peso que ahora estaría sobre el, al aceptar llevar las riendas de la empresa y encabezar y liderar a tantas personas -sacudió la cabeza alejando los pensamientos que solo le traerán migraña.

Decidió hacer lo que su padre le pidió y se sentó en la silla de su padre, frente al escritorio. Comenzó a revisar los documentos y archivos en la computadora de Raphaël.

Mientras buscaba, encontró un correo electrónico que llamó su atención. Era de un desconocido, y el asunto decía "Problemas en la fábrica". Félix curioso por la causa que hizo que su padre saliera preocupado y apurado de su oficina abrió el correo y leyó el mensaje.


-Raphaël, tengo información sobre un problema grave en la fábrica de Luminari. Alguien está saboteando la producción y poniendo en riesgo la seguridad de los empleados. Debes actuar rápido para evitar un desastre.


Félix se sorprendió. ¿Quién podría estar detrás de esto? Y ¿por qué razón querrían perjudicar a su padre y su empresa?


De repente, escuchó un ruido detrás de él. Se dio la vuelta y vio a una mujer pelirroja,piel clara, de ojos verdes ,que cualquiera caería cautivado con sus facciones delicadas, su melena rojiza deslumbrante y esos ojos verde esmeralda pero no a el, el estaba acostumbrado a bellezas superiores que eran su Madre y Hermana. La mujer estaba parada en la puerta del despacho. Era una empleada de Luminari que Félix había visto antes, pero no sabía su nombre.


-¿Puedo ayudarte en algo?- preguntó Félix.


La mujer se acercó a él, mirando nerviosa a su alrededor como si temiera ver a alguien más que los descubriera -Félix, tengo que hablar contigo sobre lo que está sucediendo en la fábrica. Es grave.

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