💘 𝕻𝖗ó𝖑𝖔𝖌𝖔

64 2 16
                                    

• • ┈┈┈┈ ๑ ⋅ ⋯ ୨ ୧ ⋯ ⋅ ๑ ┈┈┈┈ • •

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

• • ┈┈┈┈ ┈┈┈┈ • •

¿Alguna vez has creído en el amor a primera vista?

Ese amor que se describe en los libros, donde dos personas se miran por primera vez y saben, con solo un vistazo, que han encontrado al gran amor de sus vidas.

Si no lo crees, permíteme ofrecerte una disculpa. Tal vez has tenido una mala experiencia con una expareja o eres alguien que prefiere la lógica al corazón. Eres un ser racional, que busca conocer a alguien antes de entregarse al enamoramiento instantáneo, lo cual es totalmente válido. Sin embargo, déjame decirte que incluso en los romances que se desarrollan lentamente, siempre existe un destello de amor a primera vista. Un flechazo. Tal vez lo supiste desde el principio, o quizás no.

Entonces, mi pregunta no será sobre el amor a primera vista. En su lugar, quiero saber: ¿Alguna vez te has enamorado?

Vamos, no seas tímido. ¿Recuerdas a esa última persona especial que te hacía sonreír a pesar de estar de mal humor? Esa persona que alteraba tu mundo, que hacía que rompieras tus propios esquemas. Alguien con quien podías pasar horas, ya sea haciendo algo o simplemente estando juntos. Esa persona que te parecía atractiva y admirable, sin importar cómo la viera el resto. Esa persona que detenía tu mundo, porque era tu mundo. ¿Te ha pasado alguna vez algo así?

Si es así, enhorabuena. Has experimentado una de las emociones más profundas y memorables de la vida. Y si no, tal vez aún eres joven en este aspecto. No hay nada de qué preocuparse. El amor toma muchas formas, pero todas comparten una esencia común. Y si esa persona ya no está contigo, habrás sentido el dolor de la pérdida, porque aquellos a quienes entregamos nuestros corazones tienen el poder de hacer lo que quieran con él.

Así es el romance. A veces, puede ser un poco triste. Las personas recomiendan ser cautelosos antes de enamorarse para evitar el dolor innecesario. Pero nunca sabemos con quién nos puede atrapar el amor. A menudo culpamos a Cupido por eso. Nunca sabe bien a dónde van sus flechas y siempre parece hacer de las suyas. Aunque en realidad, sí sabe dónde van sus flechas. A veces lo hace a propósito y otras veces, por simple curiosidad. ¿Y cómo lo sé? Pues porque soy amigo de Cupido.

Permítanme presentarla. Pero antes, quiero saber. ¿Cómo la imagina usted? ¿Imagina a Cupido acaso como una figura de un hombre rubio con alas, vestido a la antigua? ¿O tal vez piensa en un bebé rubio con alas pequeñas, con arco y flecha, desnudo y volando por las calles? Esa imagen siempre me ha parecido algo insultante, la verdad. Y estoy seguro que a Ágape también.

A muchos les sorprenderá saber que Cupido es una mujer. Su nombre es Ágape Luminalma, descendiente lejana de Afrodita, quien la adoptó en su seno familiar desde que era una niña. Es medianamente alta, con piel blanca y cabello ligeramente ondulado y rosáceo. Se considera bella, pero no de la manera en que lo son sus hermanas del Olimpo. Es una diosa del Olimpo en su esencia, pero con una proyección especial, en sus propias palabras. Lo único que coincide con las viejas representaciones son su arco y su flecha.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 7 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Cupido quiere enamorarseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora