El sol brilla un poco más
Cuando te tomas las cosas un poco más a la ligera
Todo va a salir bien
Con solo una probada de tu corazón—Vamos Bridget, estamos llegando tarde a la clase de Pociones y encantos. —reclamó Ella sentada en la esquina de la cama de la pelirrosa.
Todos los días, Ella llegaba a las siete en punto al cuarto de su amiga, quien demoraba casi media hora solo esponjando su precioso cabello. Era una rutina que comenzaba a ser exasperante para la peliazul, pues le preocupaba mucho no llegar a tiempo a sus clases y ser expulsada.
—Tranquila, Ella. —canturreó saliendo de su baño dando pequeños saltos— Estoy lista. ¡Vamos!
Bridget era una de las chicas más felices que podría existir en cualquier cuento de hadas, quizá era la más feliz de todos los cuentos del mundo; proveniente del Mundo de las Maravillas, el único propósito de Bridget de Corazones era esparcir todo el amor que brotaba de sus poros, para muchos esto resultaba molesto, incluso un poco falso, porque ¿quién podía estar tan contenta todo el tiempo? Era imposible.
—¿Qué traes en esa bolsa? —Ella miraba con intriga la bolsa de manta rosa que colgaba del hombro de su amiga, Bridget sonrió ampliamente y la abrió con cuidado dejando ver charolas con cupcakes rosados— ¿Para qué tantos?
—Los repartiré por toda la escuela. —respondió agitando sus manos— ¡Son cupcakes con plumas de flamenco! Así todos podrán divertirse con la magia de las plumas.
—Brid, ya te dije que no tienes que agradarles a todos. No quiero que salgas lastimada.
—Aprecio tu preocupación, Ella, pero no es necesario. —reiteró, como lo hacía cada vez que surgía este tema— Yo solo quiero que seamos amigos todos.
—Necesitas dejar de querer vivir en un mundo perfecto. —dijo dándole un ligero empujón— La vida real no es así.
La pelirrosa suspiró ante la negatividad de su mejor amiga. Entendía que su situación no era la más apropiada, pero había días en los que parecía que su único objetivo era lastimarla.
Caminaron en un incómodo silencio hasta el laboratorio del profesor Merlín. Esta era una de las asignaturas favoritas de Bridget, y la verdad es que ella era una de las mejores alumnas, a diferencia de Ella, quien estaba en contra de que se enseñara magia en un instituto al cual también asistían villanos.
—Hola, chicos. —saludó la pelirrosa acercándose al restirador junto al de ellas donde se encontraban Jazmin y Aladdin— ¿Quieren un cupcake? Tiene plumas de flamenco.
—¡Oh, gracias Bridget! —exclamó la pareja en una sola voz mientras tomaban uno y lo comían a escondidas.
Pasó a la mesa tras la de ellos, con Jane y Bella y les ofreció lo mismo. Para su suerte, Merlín era bastante despistado y casi nunca los atrapaba rompiendo las reglas, especialmente si se trataba de comida.
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El encanto de Bridget 《HeartHook》
Fanfiction❝Verte se convirtió en mi momento favorito del día...❞