Maldita Seas, Blair Scammander [x Theodore Nott]

Capítulo Cuatro: Nightmares

La miro sin poder esconder la sonrisa, Blair se incorporó de donde estaba cruzando los brazos mientras me miraba con ojos muy pensativos, como si estuviera intentando usar la legeremancia conmigo.

— ¿Por qué siempre parece que estás a punto de fumar? —Dijo, levantando una ceja con una sonrisa traviesa. Lancé un bufido por su observación.

— No siempre fumo. —Murmuré en respuesta, aunque mis dedos ya estaban frotando inconscientemente mi bolsillo, buscando el paquete de cigarrillos. Ella se rió nuevamente, esa risa suave y cantarina que envió un escalofrío por mi columna vertebral. Se incorporó y se acercó un paso, observándome con los ojos entrecerrados, una sonrisa aún jugando en sus labios.

— Pero parece que hoy lo necesitas. —Comentó. Su mirada se deslizó hacia mi mano en mi bolsillo, sabiendo exactamente lo que buscaba. Suspiré, derrotado, y saqué el paquete de cigarros de mi bolsillo. Lo sostuve frente a mí, tamborileando los dedos contra la caja de cartón.

— Está bien, ¿contenta? —repliqué con sarcasmo. Blair se mordió el labio con una sonrisa, claramente divertida por mi tono irritado. Dio otro paso más cerca, los bordes de su falda grisácea ondeando alrededor de sus muslos cuando se detuvo justo frente a mí.

— ¿Dónde están los modales, Theodore? ¿Acaso no vas a ofrecerle uno a una dama? —Sus ojos brillaron con un brillo travieso mientras extendía la mano en un gesto expectante.

Apreté la mandíbula, irritado, pero con una sonrisa involuntaria que amenazaba con asomarse en las comisuras de mis labios. Sacudí la cabeza ligeramente, pero me rendí, abriendo la caja y sacando un cigarrillo. Lo cogí entre mis labios y lo encendí con un leve gesto de la mano—. Eres una fastidiosa, ¿Lo sabes? —Dije, pero mi tono era más juguetón.

Me miró a través del humo que emanaba del cigarrillo en silencio durante un momento, sus ojos estudiando cada uno de mis rasgos. Un leve rubor apareció en sus mejillas, pero ella simplemente soltó una suave risa, levantando la mano para quitarme el cigarrillo de los labios.

— Tal vez. —Admitió, llevándose el cigarro a los propios labios y dándole una larga calada. Sus ojos se cerraron brevemente mientras exhalaba el humo.

Observé cómo inhalaba el humo, mi irritación olvidada por un momento mientras la contemplaba. No estaba acostumbrado a que me quitaran mis cigarros, pero había algo en la forma en que lo hizo que me hizo tragar en seco. Me quedé callado, observando cómo su cabello castaño alrededor de su rostro atrapaban la luz de la luna, dándole un brillo casi etéreo. Blair acabó la calada y exhaló el humo, extendiendo la mano para devolverme el cigarro con los ojos brillando intensamente.

— Sabes, Theodore... —susurró, su voz suave y baja en la oscuridad de la torre—, eres bastante atractivo cuando estás en silencio. —Sentí cómo mis mejillas se calentaron ligeramente a pesar de mí mismo, pero forcé una sonrisa arrogante.