Maldita Seas, Blair Scammander [x Theodore Nott]

Capítulo Uno: I Hate You

Narrador: Theodore Nott

Estaba sentado justo delante de ella, la persona más odiosa que encontrarías en Hogwarts, podía sentir sus ojos penetrantes en mi nuca mientras estaba ocupado cortando algunos tubérculos para mi poción. Solté un pequeño suspiro al escuchar su risa burlona, apretando levemente mi mandíbula con frustración. Quería darle la vuelta y responderle, pero me controlo. Continúe trabajando en silencio en mi pasión, tratando de ignorar su presencia.

— Theodore, es la quinta vez que te llamo. —Esa irritante voz resonó detrás mío, rodé los ojos y me di la vuelta, mirándola.

— ¿Qué quieres? —Espeté con frialdad, cruzando los brazos sobre el pecho.

— Pásame los tubérculos, los necesito para esto.

Bufando, tomé un puñado de tubérculos y los dejé en frente de ella con un gesto brusco—. Aquí tienes, ¿Acaso no puedes alcanzarlos tú sola?

— Shhh. —Respondió ella, comenzando a cortarlos.

Observé durante un momento cómo preparaba la poción, cruzado de brazos y con el ceño fruncido. Su actitud infantil me molestaba aún más, y de repente sentí una fuerte necesidad de fastidiarla un poco. Mientras ella estaba concentrada en su trabajo, me incliné ligeramente hacia adelante y susurré al pasar a su lado.

— ¿Te cuesta mucho seguir unas simples instrucciones, princesa?

— Al parecer a ti sí, porque tu poción está quedando peor que la mía. —Me respondió de mala gana. Esa respuesta me fastidió aún más y no pude evitar responder con el mismo tono.

— Oh, perdón Señorita Perfeccionista, no todos nacimos con la capacidad de hacer magia perfecta como tú.

— Woah, ¿esas palabras salieron de tu propia boca, Nott?

Me reí entre dientes, cruzándose de brazos nuevamente. Comencé a caminar alrededor de su mesa, observando su poción con interés fingido—. De todas maneras, tú poción no es tan perfecta después de todo. Hay algún ingrediente que falta...

— A ver, ilumíname, genio. —Respondió ella con sarcasmo.

Me reí entre dientes y me incliné hacia ella, de modo que mi rostro casi se apoyaba sobre su cabeza, fingiendo examinar cuidadosamente su poción. De repente, con un gesto rápido, eché unas gotas más de algo en su poción. Me reí suavemente mientras miraba como las gotas se hundían en su poción y causaban una reacción química. La poción empezaba a desbordarse y salpicaba un poco—. Ooops, ¿acaso eché demasiado?

— ¡Serás imbécil, Nott! ¿Qué mierda le has echado?

— Oh, no es nada importante... Sólo un pequeño ingrediente secreto. —Mientras ella se apresuraba a intentar controlar la poción, me apoyé contra su mesa y la observé con diversión—. Oh, ¿Preocupada por tu perfección, princesa?