Maldita Seas, Blair Scammander [x Theodore Nott]

Capítulo Seis: Couple?

Las últimas clases del día acabaron y la mayoría de los estudiantes ahora estaban fuera de las aulas, relajándose o preparándose para volver a los dormitorios. Yo, por otro lado, tenía otros planes. Me encontraba en un corredor apartado del Gran Comedor, más bien un poco escondido y desolado, con todo el cuerpo apoyado en la pared y observando las puertas que había más adelante, cada vez más frustrado a medida que pasaba el tiempo. Finalmente, después de un rato, uno de mis mejores amigos, Mattheo, apareció a mi lado.

— ¡Finalmente! — Dije con alivio, soltando el humo de mi cigarro mientras él se apoyaba en la pared a mi lado. Mattheo levantó una ceja y me miró con aire de superioridad, como siempre que hacía un estúpido retraso.

— No me mires así, maldito. — Dijo con una sonrisa, dándome un empujón amistoso en el hombro. Él se rió y tomó mi cigarro, dándole una calada rápida antes de devolverlo.

— Esperando a la señorita Scamander, por lo que veo. — Él comentó con una sonrisa burlona, mirándome con una expresión conocedora en su rostro.

— Cierra el pico. — Respondí con un suspiro, irritado por su comentario presuntuoso. Aunque sabía que tenía razón, y que mi atención estaba completamente puesta en ella desde hacía más de un mes, desde aquella situación en la casa de los gritos.

— Sabes que estoy en lo cierto. — Él se rió de nuevo mientras me empujaba juguetonamente, obviamente divertido con mi situación.

— Deja de jugar, Mattheo. No te estoy escuchando. — Le dije antes de volver a fumar, intentando disimular el estrés creciente.

— ¿Discutiendo otra vez? —Me sobresalté ligeramente al escuchar su voz y giré mi cabeza hacia el otro extremo del corredor, donde Blair acababa de aparecer. Ella estaba caminando hacia nosotros tenía un vestido puesto de color negro que le quedaba demasiado bien, con una sonrisa traviesa que iluminaba su rostro mientras nos observaba a Mattheo y a mí con atención.

— Siempre lo hacemos, ¿no lo sabías? — Respondió Mattheo con una sonrisa maliciosa, antes de que yo tuviera la oportunidad de responder. Lo fulminé con la mirada, deseando poder hacer desaparecer esa sonrisa de su rostro.

— Mattheo, no ayudas. — Le dije con frustración, aunque estaba acostumbrado a sus interrupciones. Él simplemente soltó una carcajada volviendo a robarme el cigarro y fumando como si nada.

Mi mandíbula se apretó ligeramente. Yo conocía esa sonrisa suya... La había visto en varias ocasiones, dirigida a otras personas, quería coquetearle. Y por alguna razón, la idea de Mattheo coqueteando con Blair no me agradaba para nada. Observé en silencio cómo ella pasaba por delante de Mattheo, antes de que finalmente se detuviera a pocos pasos de mí.

Sus hermosos ojos se posaron en mí, inspeccionándome desde una cabecita más abajo. Incliné la cabeza, una sonrisa adornando mi rostro, la primera en el día. Ella me devolvió la sonrisa, pero su ceño se frunció lentamente.