Capítulo 2

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Cuando se le pasó el susto, Bakugou apartó los ojos de los pétalos y soltó un gemido exasperado al darse cuenta de que su estado actual era probablemente el resultado de haber sido sorprendido bajo la influencia de otro quirk.

A pesar de que ver a la Recovery Girl era, obviamente, lo más inteligente que podía hacer en aquella situación, Bakugou no podía actuar racionalmente y se dirigió hacia la cama, haciéndose un ovillo.

Durante un largo rato, Bakugou permaneció en esa posición, sin moverse ni un ápice mientras el rechazo se repetía una y otra vez en su cabeza, martilleándole con la dolorosa verdad de que su afecto no era correspondido.

Apenas unos instantes después de haber asimilado este hecho, Bakugou sintió un nudo en la garganta cuando la necesidad de toser le asaltó de nuevo, y se dirigió bruscamente hacia el cubo de la basura para sacarse las tripas.

Afortunadamente, el ataque de tos no fue tan doloroso como la primera vez, lo que hizo que la experiencia fuera un poco más llevadera a pesar de que el número de pétalos no había disminuido lo más mínimo.

Maldiciendo en voz baja, Bakugou se alejó del cubo de basura y se dirigió a su armario, donde cogió su uniforme y algunas toallas para la ducha, y salió rápidamente de su dormitorio, preparándose para ir a clase con Kirishima.

Para consternación de Bakugou, ni siquiera un segundo después de que se le ocurriera ese pensamiento, una ligera picazón le recorrió la garganta, y sólo pudo dejar escapar un suspiro cansado ante eso, esperando internamente que toda esta rareza desapareciera en un día o dos.

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Sin embargo, parecía que la mala suerte de Bakugou conspiraba en su contra, ya que el quirk no había desaparecido ni siquiera en los días siguientes, activándose con facilidad casi siempre que se encontraba cerca de Kirishima.

Sin otra opción, Bakugou decidió que ya estaba bien de esperar a que los efectos del quirk desaparecieran por sí solos, y al instante se reprochó su estupidez, sabiendo que lo que debería haber hecho desde el principio era pedir consejo a Recovery Girl sobre cómo erradicar los efectos del quirk.

Al explicarle su situación a la anciana, el rostro de Recovery Girl se tornó sombrío al aclararle a Bakugou que no era víctima de ningún tipo de quirk, y que al parecer padecía una enfermedad rara de mierda llamada "Hanahaki".

Una vez que la enfermera hubo terminado de explicarle los orígenes de dicha enfermedad, Bakugou parpadeó, arrugando profundamente las cejas mientras asimilaba la nueva información. "Entonces, ¿me estás diciendo que estoy en esta maldita situación porque tengo sentimientos no correspondidos o lo que sea?".

"Sí, así es como suele florecer la enfermedad", explicó Recovery Girl asintiendo con la cabeza. "Afortunadamente, las cosas no están en una completa pérdida de esperanza ya que hay algunos tratamientos disponibles para contrarrestar la enfermedad."

"Tch, ¿a qué coño estás esperando entonces?" Bakugou resopló entre dientes, moviéndose un poco en su asiento. "Pásame las pastillas, para que pueda deshacerme ya de estos pétalos de mierda".

"Me temo que la cura no puede ser tan sencilla". Refutó Recovery Girl mientras se dirigía a su armario, volviendo de nuevo junto al estudiante con una caja de té en las manos. "Esto de aquí es la solución temporal a tu problema, pero en realidad no serviría para detener la progresión de la enfermedad".

Con el pánico subiéndole al pecho, Bakugou agarró con fuerza los reposabrazos de la silla en la que estaba sentado en un intento de calmar la negatividad. "¿No hay un tratamiento más permanente?".

Ahogándome con Mi Amor - KiribakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora