Narra Javiera
Estábamos en la habitación del hotel, disfrutando de la comida y el vino que Flavia había preparado. La música suave de fondo creaba una atmósfera íntima y cálida. Sentía una felicidad que nunca antes había experimentado, pero también una creciente tensión debido a la complejidad de nuestra situación. De repente, Flavia se apartó ligeramente y me miró con una sonrisa traviesa.
Flavia: ¿Sabes qué, detective Cáceres?
Javiera: Dime, princesa.
Flavia: Estaba pensando que podríamos hacer algo divertido esta noche. ¿Qué te parece una cita?
Javiera: Me parece perfecto. Hace tiempo que no salimos solo a disfrutar. Pero tenemos que ser discretas.
Flavia: Claro, entonces, ve a cambiarte. Quiero verte con esos pantalones ajustados que te quedan tan bien.
Javiera: Me parece justo, pero tú te pones ese vestido rojo que me encanta.
Flavia: Esta noche es especial. Es nuestra primera noche juntas sin preocupaciones.
Narra escritora
Javiera se levantó del sofá y se dirigió al armario para sacar sus pantalones ajustados y una chaqueta elegante. Flavia la observaba con una mezcla de amor y deseo en sus ojos. Sabía que esta noche sería memorable para ambas. Después de unos minutos, Javiera apareció lista, mientras Flavia se ponía su vestido rojo.
Javiera: Estás hermosa, princesa.
Flavia: Gracias, amor. Tú también te ves increíble.
Decidieron salir del hotel por separado para evitar sospechas. La ciudad estaba iluminada por las luces de los edificios y las calles llenas de vida. Se encontraron discretamente en un rincón oscuro antes de dirigirse al bar de jazz.
Narra Flavia
Llegamos al bar de jazz y nos sentamos en una mesa cerca del escenario. La música era suave y relajante, creando el ambiente perfecto para la noche. Ordenamos un par de cócteles y disfrutamos del espectáculo, sintiendo que el tiempo se detenía solo para nosotras.
Mientras escuchábamos la música, no podía evitar sentir una conexión profunda con Javiera. Todo parecía encajar perfectamente, como si el universo hubiera conspirado para juntarnos. La observé mientras tarareaba la melodía, sus ojos cerrados, disfrutando del momento.
Flavia: ¿En qué piensas, amor?
Javiera: En lo feliz que me haces. Nunca imaginé que podría sentirme así con alguien.
Flavia: Yo tampoco. Pero aquí estamos, viviendo este sueño juntas.
Javiera: Y quiero que este sueño nunca termine.
Flavia: Yo también, detective. Yo también.
Se miraron a los ojos y se besaron suavemente, sellando ese momento como uno de los más felices de sus vidas. La música continuó, pero para ellas, todo lo demás desapareció. Solo existían ellas dos y el amor que compartían.
Narra Javiera
Después del bar de jazz, decidimos caminar un poco más por la ciudad. Las calles estaban menos concurridas y la noche se sentía mágica. Llegamos a un pequeño parque y nos sentamos en un banco, disfrutando del silencio y de la compañía.
Javiera: Princesa, gracias por esta noche. Realmente necesitaba esto.
Flavia: No tienes que agradecerme, amor. Todo lo que quiero es verte feliz.
Javiera: Y lo soy. Más de lo que puedo expresar con palabras.
Flavia: Prometamos algo, Javi. Prometamos que siempre encontraremos tiempo para nosotras, sin importar lo que pase.
Javiera: Lo prometo, princesa. Siempre.
Se abrazaron bajo las estrellas, sabiendo que su amor era fuerte y que, a pesar de los desafíos que pudieran enfrentar, siempre tendrían esos momentos mágicos para recordar. Pero mientras el reloj avanzaba, ambas sabían que la realidad esperaba al otro lado de esa noche mágica.