CAPITULO 44

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Brian estuvo haciendo tiempo hasta que el reloj marcaba las seis y cuarto de la tarde, por lo que ya tendrían que empezar a caminar hacia el lugar secreto de Hoodie. Durante el camino vieron a varios artistas callejeros, como magos, malabaristas y varios músicos con sus instrumentos, todo un espectáculo 

La curiosidad carcomía al caballero, ¿cuál era ese lugar que Hood tenía en mente?. Pero no se lo diría aunque le preguntara miles de veces, la paciencia era una de sus características principales; por ello no le quedaba nada más que esperar a que este se dignara en llevarlo de una vez 

Brian- qué pasa Tim?, te veo pensativo

Tim- solo estaba pensando, nada muy importante 

Brian- ahora me decís que mi lugar favorito no es importante?

Tim- yo no dije eso, dije que no pensaba en... ya entendí a lo que vas

Brian- no te preocupes, ya casi llegamos. Es un lugar muy bonito de verdad, estoy seguro de que lo vas a amar 

Brian se detuvo frente a uno de los pequeños bosques que tenía el pueblo donde vivían. Tim miró ciertamente confundido al contrario, que se encontraba levantando el cerco que rodeaba ese lugar... ya tenía una idea de lo que iban a hacer 

Tim- vamos a invadir propiedad privada?

Brian- no, idiota. La entrada está destruida y perdida en el bosque, esta es la única forma que se conoce para entrar... así que apurate antes de que nos vean y piensen cualquier cosa 

Tim solo pasó por debajo del alambrado con algunas púas, pero gracias a su abrigo no se pinchó con ninguna de estas. Brian, por su parte, sí se llevó alguna que otra herida en el brazo, pero nada de gravedad

Dentro del bosque, debían seguir el camino marcado por las múltiples señalizaciones que habían puesto personas anteriores a ellos, los cuales usaron varias cintas y moños de colores bastante llamativos. Ese era un detalle que le gustaba a Hoodie, ya que las cintas y moños le daban un toque mucho más vivo al camino

Tim- así que tu mejor idea era traerme a explorar el bosque?

Brian- no, tontito. Estamos siguiendo el camino de cintas y moños para llegar a nuestro destino final 

Tim- bueno, en realidad no es tan malo este lugar. Se ve bastante bonito con tantos colores

Brian- verdad que sí?, le quedan hermoso 

Mientras caminaban hacia su destino, se encontraron con una pequeña parte bastante empinada del camino. Como era la única forma de acceder a la entrada del lugar, se pusieron a escalar con cuidado. Brian, por su parte, se confió en que ya había ido varias veces y no miraba dónde pisaba, cosa por la cual resbaló y casi se da el último golpe de su vida. Pero gracias a un árbol que había al costado del sendero, este logró sujetarse antes de darle un abrazo al piso 

Tim- estás bien? casi te matás. Dame la mano, así no te caes de nuevo

Brian- sí, estoy bien...

Al tomar la mano de su caballero, sintió como su corazón se aceleraba, como sus manos comenzaban a transpirar. Fue en ese momento en que pudo volver a sentir la conocida sensación de "Mariposas en el estómago", solo que esta vez se sintió mucho más fuerte que las anteriores veces... si que estaba completamente atrapado en las redes de Tim

Una vez pasaron la parte empinada, se encontraron con unos escalones que llevaban a la entrada del lugar secreto. Los escalones eran de madera, y el barniz que estas tenían había hecho que se conservaran durante todos estos años. Terminados los escalones, encontraron la entrada al mirador, compuesta por un hermoso marco de madera lleno de enredaderas y hongos saliendo de este. En ambos lados habían pequeños maceteros llenos de rosas, dejadas como un tributo de todas las personas anteriores a ellos 

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