DUELO

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Déjame contarte una historia un relato
De el alma de un pobre perro hombre,
Condenado un miserable como yo
Que vino encontrándose con un demonio,
Con figura y cuerpo de mujer que hizo
Que me rompiera emocionalmente.
Yo soy un hombre que ha sido condenado
Por la ley misma que fue impuesta por,
El hombre admito que no soy un santo
No me arrepiento y debido a eso muchos,
Me tienen temor o eso creía pues fue mi error
Hasta que el destino me hizo ver mi suerte,
En mis últimos días cuando me topé
Con aquella mujer de ojos cafés y cabellos,
Negros y un cuerpo que como le dije
Si no estuviera esposado sería mío.
Tres días pude verle y desde el primer
Momento me quedo claro que ella no era,
Como el resto que me temía al contrario
Se atrevió a decirme a la cara que ella,
No me temía al segundo día solo me miro
Y se burló de mi con una sonrisa fría,
Y ayer ella provocó que yo me rompiera.
Ella supo que mi vida estaba condenada
A terminar y fue ahí que ella me mostró,
Lo que ella realmente era una mujer fría
Y cruel después que yo Inter mente ofenderla,
Ella solo me miro se colocó los brazos cruzados
Frente a su cadera debajo de su pecho,
Dibujando una sonrisa sarcástica en sus labios.
De sus labios salieron esas palabras
"Te crees muy valiente pero me das pena,
porque al contrario de ti yo seguiré con vida"
"Estos son tus últimos días y yo seguiré,
sintiendo los rayos del Sol el viento y escuchando todo a mi alrededor cosa que,
Tú ya no" "Ojalá y disfrutes tu ultima comida
Pues será la última" lleno de rabia la mire,
Y le grite ¡Te urge quien te coja! Ella se sonrió
Y me dijo "No me urge nadie cuando yo quiera,
Yo sabré con quien lo haga y tú ya ni eso"
Mirándome se inclinó hacia mi sonriendo,
Jugando con los dedos de sus manos
Haciendo rudo con sus anillos me dijo,
"Disfruta lo poco que te queda porque yo
Al contrario de ti seguiré viva".
La mire marcharse dejándome con un nudo
En la garganta y sintiendo el vacío de mi alma,
Siendo vigilado por aquellos que pronto
Me llevarían al sitio que sería mi última,
Morada y un sujetó corrió hacia donde ella
Estaba mientras que mis lágrimas surgieron,
Sin que yo lo evitara mientras a lo lejos
Se escuchó su sonrisa malévola y burlona.
Un último encontró aquella que al solo verla
Recordando la impotencia y la humillación
Solamente pude decirle que la vería en el infierno Ella al oírme se burló y me dijo
"No hay problema pues ahí ella es la Reyna
Y que yo sería su perra" y de paso me miro
Fijamente de nuevo provocando que sintiera
De manera inconsciente a la muerte sujetando
Mi hombro provocando que temblara cuando ella sonrió y me dijo mientras ella sujetó su rostro dejándome ver sus anillos disfruta
Las horas que te quedan en esta vida princesa.

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