Capitulo 5.

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Este capítulo es para ti 🖤.

Porque no somos débiles, somos fuertes, por poder continuar después de la caída.

Generalmente creemos que cuando lloramos es por malestar, tristeza o angustia, otros piensan que llorar marcaría debilidad, vulnerabilidad e inclusive inestabilidad; yo lo pensé, nosotras lo pensamos. Nos sentimos bloqueados y atrapados en un nudo interior que muchas veces no sabemos ni cómo empezar a deshacer.

Pero sin embargo muchos psicólogos dicen que la conducta de llorar es una manera humana y natural de poder desahogarse, liberando estrés y ayuda a la persona a asumir situaciones que le proporcionan gran cantidad de dolor, así como fracasos, decepciones y desilusiones.

Llorar nos permite, no sólo expresar nuestra tristeza, sino también intensificar la, y de ese modo, dar rienda suelta al sentimiento hasta lograr desahogarte.

Entonces derramar lágrimas está lejos de ser un signo de debilidad o cobardía, constituye una forma eficaz de llevar o manejar nuestras emociones.


Lloramos porque estamos tristes, pero también estamos tristes porque lloramos. Así lo afirmaba con acierto William James.


                 ¡POR LO TANTO!

No contengas las ganas de llorar ni te reprimas, desahógate, sino no podrás liberarte de las emociones negativas y se quedarán acumuladas pudiendo llegar a generarte a largo plazo problemas emocionales.

No sientas vergüenza ni miedo de hacer el ridículo, si sientes ganas de llorar llora, implícitamente llevará asociado un bienestar físico y un alivio emocional.

"Llorar puede ser una manera importante de comunicarse y conectar con los demás"
dice Daniel Coletti, psicólogo.



@ExplosiónMental🤯.

                [Observación].                 

• En ocasiones, a pesar de sentir imperiosamente la necesidad de llorar, no podemos hacerlo aunque queramos.

La incapacidad para llorar indica un déficit de gestión emocional. Cuando las lágrimas no acuden cuando corresponde, significa que una parte de nuestra psique se halla disociada del resto. Probablemente "sabemos" que no estamos bien, pero no terminamos de "sentirlo". Nos cuesta conectar con nuestras emociones y, en consecuencia, no podemos expresarlas adecuadamente ni terminar de digerirlas.

             {Datos que no sabías}

La conducta de llorar lleva asociada la liberación de ciertas hormonas que nos ayudan a liberar carga emocional, reduciendo nuestros niveles de angustia. Son auténticos calmantes naturales frente a las situaciones que nos angustian o entristecen o aquellas que nos proporcionan dolor.

Ayuda a relajarnos.

Mejoramos nuestro ánimo.

Aumenta la empatía.



Quiero llorar porque me da la gana. (Federico García Lorca).




Elizabeth kübler-Ross dijo:

"No hay errores, no hay coincidencias. Todos los eventos son bendiciones que se nos han otorgado para aprender."

Fragmentos de un alma rota. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora