Una visita a los Abuelos I .

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Era una tarde calurosa de domingo y como era costumbre Niel, sus hermanos Alex y Mike. -Así es Niel tiene hermanos, Alex de 9 y Mike de 14 años en ese entonces de 6 y 11 años.-
Visitaban a sus Abuelos junto con su mamá.
Su abuela es de esas señoras que te tenían un bote de nieve y galletas, listos para ti cada vez que decidían visitarla. Su abuelo regaña mucho pero siempre que te sientas mal ó sea tarde y no llegues es el primero en preocuparse. Los tres chicos aman visitar a sus abuelos maternos, además de que ahí se veían con su tia Sandra( hermana de su mamá) y con su prima hermana Cassandra a la cual quieren mucho.
(Cassandra es físicamente igual a Niel pero cuando esta estaba más chica.)
Ese día tan caluroso que fueron a visitarlos, a Mike se le ocurrio hacerle una broma a Niel, el la llevaría a un cuarto lejos de donde estaba y la dejaría ahí encerrada. (Mike siempre estaba gastandole bromas a Niel.)
Espero a que los adultos estuvieran platicando en la sala, para así llevar a cabo su broma.
-¡Niel! Vamos hermana ven aquí- Dijo Mike.
-¿Qué es lo que quieres Mike?-Contestó Niel.
-Vamos a jugar a las escondidas ¿Va?- Decía Mike sin levantar sospechas.
-Mmm... ¡Va! -Contesto Niel alegre.
-Pero...tu cuentas primero- Dijo Mike.
-¡Ja! Igual te encontraré en un pestañear de ojos- Decía Niel soltando pequeñas risitas.
-No estés tan segura.- Respondió Mike con una traviesa sonrisa.
Niel estaba a punto de contar cuando Mike la detuvo.
-Espera pero vamos a contar desde las habitaciones de huésped.- Dijo Mike.
-¡Claro! No importa desde donde cuente, te encontraré en menos de lo que canta un gallo.- Decía Niel riendo.
Niel se dirigio a los cuartos y comenzó a contar.
-¡uno!,¡dos!,¡tres!...- Gritaba Niel.
Cuando llego a el veinte, se escucho un fuerte ruido que la hizo saltar y con ello una carcajada se escucho a lo lejos, era la voz de Mike.
-¡Jajaja! ¿Acaso eres tonta? ¡Debiste haber visto tu cara!-Gritaba Mike.
-¡Abre la puerta tonto! ¡No estoy para tus juegos!- Decía Niel con lozania.
-Claro que no Niel, tu te quedaras ahí mínimo un par de horas.- Dijo Mike.
-Mí mamá te castigará cómo no te lo imaginas ¡abre ya tonto!-Exclamaba Niel.
-Valdrá la pena, así podré comerme tu ración de nieve- Decía Mike mientras se marchaba.

Lo que le cuento a los GatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora