Northern Hell~

Escapar

Estábamos fuera de la alcaldía, Lucifer estaba parado en las puertas del lugar con su traje blanco, sostenía su peculiar baston mientras hablaba con unos oficiales, las dos chicas me llevaron hasta el, cuando su mirada se poso en nosotros sentí mi corazón acelerarse con temor.

-Chicas, ¿por qué traen a nuestro invitado como si fuera un criminal?

Su tono era bromista pero cuando una de ellas se acercó y le susurro algo que no alcance a escuchar pero su expresión se oscureció lo que heló mi sangre.

-Entendido...me encargaré de Alastor más tarde ahora tenemos que ir a la iglesia

Las palabras de Lucifer me pusieron alerta, ¿Encargarse de mi? ¿A qué se refería con eso?, a estas alturas solo temía por mi vida, sentía que no debí haber venido a este pueblo, cada paso que daba solo me hacía temblar, nos acercamos a una iglesia de paredes blancas y una estructura imponente, las puertas eran de un color oscuro al igual que los pilares, una vez que entramos estaba todo el pueblo ya sentado, me dio un escalofrío por la imagen tan tétrica de los habitantes en ese lugar con las máscaras, me obligaron a sentarme en la banca de enfrente serca de la tarima que había justo en medio del lugar, lucifer tenía una expresión seria mientras miraba lo que parecía ser una mesa larga que la cubría una tela de color rojizo, no estaba entendiendo nada de lo que pasaba solo sentía que algo no estaba bien.

Unos minutos después apareció aquel hombre de túnica blanca que se había llevado a sir pentious, subió a la tarima junto a aquella chica que parecía ser su asistente personal, quitó la tela rojiza, los nervios se encendieron en todo mi cuerpo, era sir pentious acostado y atado en una camilla.

-Estanos aquí reunidos por qué uno de nosotros nos ha traicionado cometiendo la peor falta que alguien pudiera hacer en este pueblo

Las palabras de aquel hombre hicieron eco en el lugar, las alertas de salir corriendo se presentaban en todo mi ser pero algo en mi decía que de hacerlo sería peor, el hombre siguió hablando y dando una "misa" o algo así entendí, vi como su asistente le ofrecía una daga de color dorado con el mango de un color negro, abrí los ojos con sorpresa cuando la levantó sobre el cuerpo de sir pentious.

-El infierno es eterno, la ley es en blanco y negro, se quemaran hasta que yo los vuelva a matar.

Dicho esto clavo la daga en el pecho de sir pentious sin piedad alguna, mi corazón se detuvo y mi sangre se heló al ver tal acto de crueldad, la daga se clavaba una y otra vez en el cuerpo de aquel hombre, la sangre empezó a escurrirse de la camilla donde estaba, mire a mi alrededor y las personas y niños solo miraban sin moverse, como simples estatuas, mire a Lucifer y solo miraba con indiferencia, mi estómago se revolvió al ver cómo lo apuñalaba para luego cortar su garganta, el cuerpo de sir pentious ya no se movía, solo estaba en un mar de sangre la cual escurría y manchaba la tarima y la ropa de aquel hombre que acabo con su vida, no soporte más y me levanté para salir corriendo.

-¡Alastor!

Ignore la voz de Lucifer y solo seguí corriendo, estaba claro que este lugar solo era una prisión que si no salía ahora, no volvería a salir, corri hasta llegar al camino del bosque, mis pasos se escuchaban al pisar la hierba seca, vi mi auto y corrí desesperadamente hasta el, trate de encenderlo pero...nada...mire las llantas y estaban ponchadas además que el motor...no estaba.

-N-No...

Mi cuerpo se estremeció y mire a todos lados con desesperación no había nadie, nadie pasaba por este lugar pues todos temían de los pueblerinos y con justa razón lo hacían, estaban dementes.

-¡Alastor vuelve!

La voz de Lucifer resonó en el interior del bosque, comencé a correr por el camino sin mirar atrás, mi corazón acelerado, mi cuerpo cansado pero temblaba, en cualquier momento sentía que iba a desmayarme, en mi mente solo se repetía una y otra vez las imágenes donde aquel hombre mataba a sir pentious, escapar era lo único que quería. Un golpe en mi cabeza me hizo caer al suelo y la última imagen que tuve fue a unos gemelos de cabello rojizo con una máscara de cabra.