Acorralado

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Las horas pasaban y solo me sentia incomodo al no poder moverme con libertad por las ataduras en mi cuerpo, esta situacion empezaba a dolerme, solte un suspiro largo y intente moverme buscando un punto en el cual la cuerda se aflojara un poco, mientras estaba en mi acto la puerta se abrio dejando ver a una mujer alta de vestido largo con un sombrero ostentoso sobre el cabello blanco corto y bien acomodado, tenia una mascara con una sonrisa con colmillos y unos ojos penetrantes que parecian cuencas vacias, era un poco inquietante.

-oh querido realmente no te solto pero calma, dejame ayudarte

Su voz era dulce y alegre, nada comparado a lo que habia visto por el momento, se acerco a mi y me desato lo que agradeci enomemente pues sentia que se me cortaria la circulacion, me sente en la cama estirandome para aligerar el leve dolor.

-me llamo Rosie, el señor lucifer me pidio que viniera a verte y te arreglara

La mujer se acerco al closet y lo abrio sacando un vestido morado largo, me quede en silencio solo observando el maquillaje y demas cosas que sacaba.

-¿que se supone que vas a hacer con eso?

-Oh...el señor lucifer me dio la orden de arreglarte como...la señorita lilith

No podia creer que en serio me fueran a vestir como si yo fuera una mujer, me aleje mientras ella se acercaba a mi con esas cosas de maquillaje.

-Querido será más fácil si cooperas el señor Lucifer no tiene mucha paciencia en estas situaciones.

Estaba realmente confundido por la situación, me quedé en silencio y solo me senté en la cama mientras ella se acercaba y comenzaba el trabajo que le habían encargado, solo en mi mente se escuchaba la conversación que habíamos tenido horas antes, el me había llamado como su esposa, ni siquiera sabía que había pasado con esa mujer, me aterro el hecho de imaginar que tal vez la había matado o algo peor, a este punto lo creía capaz de cualquier cosa, Rosie término de maquillarme y arreglar mi cabello, realmente había logrado tener un aire de mujer.

-Me niego a ponerme el vestido...

-Querido son las órdenes

-No, ya hice mucho con dejar que me maquillaras

-Solo pontelo, estoy segura que te quedará bien además mira esa cintura que tienes, realmente vas a relucir

-.....¿Tu crees?

-¡Desde luego! Serás la envidia de quien te vea

Me mire al espejo y no negaba que si tenía una cintura, tome el vestido y me lo puse, del pecho pues era claro que no lo llenaba pero la cintura era lo que remarcaba, luego me di cuenta que había cedido por los halagos de aquella mujer.

-¡Alastor pero que deslumbrante!

-Tienes una habilidad de convencimiento interesante casi malévola

La mujer me ayudó a acomodar el vestido que remarcaba mi figura, me llevó a una especie de salón con luces bajas, el ambiente era levemente lúgubre si no fuera por una mesa la cual tenía velas y lo que pareciera ser una cena "Romantica" donde Lucifer estaba sentado, su mirada se clavo en mi casi de inmediato una vez que entre al lugar, mi piel se erizo al verlo levantarse y caminar a mi.

-Lilith... Te vez deslumbrante como siempre querida.

Estuve apuntó de decirle que no era ella pero solo me quedé en silencio al recordar su reacción horas antes, tomó mi mano y me guió a la mesa para cederme el asiento, solo accedi por el miedo de que algo malo fuera a ocurrir.

-Lilith querida no sabes lo afortunado que me siento de tenerte a mi lado otra vez

Su voz se sintió necesitada, me miraba como si realmente yo fuera esa mujer, trague saliva y me sentí un poco incómodo por la situación, no quería que se hiciera ideas o que me usará como un reemplazo, respire profundo para mirarlo.

-Lucifer... Yo no so...

-¡Silencio!

Mis palabras fueron interrumpidas por su grito repentino, mi corazón se agitó levemente mientras mi piel se erizaba, mi voz se atoró en mi garganta mientras desviaba la mirada de el, escuche el rechinido de la silla en el suelo para luego oir sus pasos acercarse, mi cuerpo tembló ligeramente, me tomó con brusquedad de las mejillas para hacer que lo mirara, sus ojos tenían un brillo depredador que me dejó claro que no estaba contento con lo que iba a decirle.

-Parece que no te quedó claro cuando te dije que te ibas a llamar como yo lo dijera

-Pero Lucifer yo no...

-¡Que te calles!

Sentí como me arrojó de la silla haciendo que callera al suelo, gemi de dolor para luego sentir el agarre en mi cabello, mi respiracion se agitó cuando lo mire de nuevo a la cara.

-No se si lo haces solo para provocarme, ya me canse de tus negaciones

Me saco del salón arrastrándome por todo el pasillo, trate de hacer que me soltara pero solo fue inútil, el agarre en mi cabello no seso ni un poco, abrió una puerta y me lanzo a lo que caí boca abajo sobre una cama, escuche la puerta cerrarse de un portazo, se posicionó detrás de mi sujetando mis muñecas a la cama.

-No vas a escapar de mi, tienes 2 opciones la primera es que sigas mis órdenes sin negarte o ser el siguiente en ser servido en la comida

Mi cuerpo tembló de miedo por sus palabras, no quería ser asesinado para luego ser servido como si fuera un platillo pero tampoco quería ser solo una marioneta de sus problemas mentales y su obsesión con su esposa, no tenía tantas opciones a este punto, me tenía acorralado.

-y-yo...

Northern Hell~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora