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—Y eso es todo engendros del mal, pueden salir—concluyó Katsuki quien estaba sentado con un dolor horrible en las caderas y dificultades para caminar.

Anoche había repetido la maravillosa experiencia de la tarde y no se arrepentía de nada, pero el dolor de caderas era horrible y sentarse se le dificultaba, pero quedarse parado tampoco era una opción ya que se cansaría rápido.

Nadie en el Salón ni en la escuela—excepto los profesores—sabía que estaba embarazado, algo bueno ya que no tenía que andar respondiendo preguntas y preocupándose por malditos ataques secundarios.

Pero los estudiantes tenían terminantemente prohibido decir que el héroe Dinamite ahora era su profesor.

Se levantó con dificultad y salió del Salón camino a la sala de maestros para poder comer, le estaban llegando los antojos y su amado esposo lo consentía con todo lo que podía, mandándole postres y deliciosos platillos a la hora del almuerzo adivinando cada uno de sus caprichos.

De verdad lo amaba mucho.

Le importaba muy poco lo que los demás pensaran de su ropa, Deku lo vendría a recojer a la salida todos los días y así nadie vería su vestimenta o sacaría chismes acerca de por qué estaba en Yueii.

Por que aparentemente nadie, ni la prensa, ni sus jodidos fans, sabían que el ya no iba todos los días como acostumbraba a su agencia.

Ese día traía puesto, un short de seda blanca y una chamarra color gris oscuro que era más larga de lo normal, cubría hasta el short y un poco sus muslos, además de una calza de licra negra que se le pegaba como si fuera una segunda piel a sus piernas, no sabía si ese día quería parecer salvaje pero no se había llevado zapatos, de alguna manera era más cómodo caminar así.

Y una playera blanca que cubria su estómago de su querido esposo claro que si.

Pasó por los pasillos escuchando los malditos murmullos de los y las alumnas acerca de "lo bueno que estaba".

¿Ese es el héroe Dynamite? ¡Es muy sexy! —habló una alumna de segundo, precisamente de segundo B.

—¿Verdad que si?, ¡tiene unas piernas preciosas! —le respondió un alumno de tercero C.

¡Como me encantaria ser el héroe Deku! ¡tiene mucha suerte! —Deseo un niñato de primero, precisamente primero A.

Como me encantaria meterle mi-

Bakugo se metió a la sala de maestros y ya no escucho nada más, esos malditos niños eran unos desvergonzados.

Observó a Aisawa tomando una taza de café y a Present Mic, hablándole como si no hubiera mañana.

Realmente compadeció a su ex maestro vagabundo.

Vió la Caja de comida que le mando su esposo sobre la mesa y se acercó a donde estaba, se sentó y después la abrió reconociendo el delicioso aroma de un refinado Takoyaki junto con brochetas de carne y vegetales, y de postre, helado de menta granizada y un termo de agua fría.

Precisamente lo que quería ese día.

Sonrió con cariño y le escribió un mensaje a Deku.

  
                           Deku♡ 

                                       Adivinaste mi
                                     amor, muchas 
                                  gracias. Te amo.
                                                       11:30

¡No te lo mereces! [Todobaku] [Dekubaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora