It was you... (Miguel O'Hara x OC)

Capítulo 8. El tercer juicio

Todo era oscuro, Astre despertó de forma abrupta en una oscuridad muy densa, no tanto como la de Limbo, por lo que, intuyó, ella no estaba ahí, pero...

¿Dónde estaba?

Fue entonces cuando una luz la cegó, identificó que el brillo era el de un arcángel, lo cual la extrañó demasiado, más aún cuando este la miró con desaprobación.

- Hermana mía, he venido a juzgarte- dijo el arcángel mientras miraba a Astre con asco, ella lo miró de forma inquisitiva y ciertamente sorprendida.

- ¿Hice algo malo? Tu rostro lo delata, pero realmente no comprendo qué falta he hecho- dijo Astre con respeto, pero con cierto cuidado en sus palabras.

- Has cometido pecado, hermana mía y Dios lo ha visto y escuchado, por lo cual has faltado a tu dicha y misión y te costará tu redención- dijo el ángel de forma fría y sin ningún cuidado en sus palabras.

Astre se quedó estupefacta ante la noticia, no entendía qué pecado había cometido, mucho menos a qué grado pecó como para que esto sucediera. Sintió un gran desespero y miedo al escuchar que su redención sería negada y que no alcanzaría el cielo como le fue prometido.

-No... no entiendo, ¿qué pecado cometí? - ella preguntó entre jadeos, cerca de un ataque de pánico.

- Has mentido- dijo el ángel- has mentido a un humano y eso es pecado, no ser honesto ante un hijo de Dios es pecado que nuestro Santo Creador no lo toma a la ligera.

- Pero, lo hice para salvar a un niño, a otro hijo de Dios, en manos de un hombre, ¿eso no lo tomó en cuenta? - Astre tembló al hablar, sintiendo cómo su mundo se estaba cerrando alrededor suyo.

- Claro, por eso irás a un círculo del infierno no tan profundo, por cierto, hiciste muy bien en defender a ese chico- dijo el ángel en falso orgullo.

- N-no ¡no! Pero, sólo mentí esta vez, fue por su bien, no es una falta tan grave, ¿no tengo algún tipo de redención? ¿Alguna forma de arrepentirme de mis pecados?

-No, Astre, eres un ser destinado a la salvación de la humanidad, casi un ser divino, una mártir, por lo cual debes de ser casi perfecta. Dios te advirtió de no cometer errores, ahora tienes que afrontar las consecuencias- dijo el ángel, esto casi sonando a burla- tú no eres como sus hijos, Astre, por lo cual no tienes el mismo trato, eres una de sus guerreras más fuertes, ¡enorgullécete de ello! Pero no tendrás su perdón por mentir... Imagínate que un mentiroso alcance el cielo, ¡¿Qué sería de los santos?!

Astre miró al ángel con ojos completamente desorbitados, estaba en shock, eso quería decir que todo lo que ella había pasado, los dolores, las heridas, las humillaciones... todo eso se fue al abismo, a la mierda. Astre comenzó a llorar y cayó de rodillas.

- No llores, hermana mía, que de nada sirve, tú cometiste este error, ahora es justo que afrontes las consecuencias- dijo el ángel en falso confort.

Astre enfureció completamente, esto era una maldita estupidez, se levantó de golpe y con los ojos inyectados en sangre, lágrimas corriendo por sus mejillas a torrentes, dientes castañeando de rabia y los puños apretados a sus costados, alzó la voz por primera vez.

- ¡Esto es una completa blasfemia! ¡¿Por qué no he de ser tratada igual si soy humana?! ¡Yo lo sé! ¡Por ser diferente al resto no es justo que me trate como su maldita perra! - dijo Astre furiosamente mientras el ángel se persignaba ante la palabra altisonante que ella gritó.

- ¡No hables en nombre de Dios con esa boca tan sucia! - dijo el ángel ofendido.

- ¡Al carajo! ¡¿Tu Dios qué bien me ha hecho?! ¡Todo lo que me ha causado son malditas desgracias y amarguras, humillaciones que nadie podría aguantar! ¡Él nunca ha servido en mi favor y siempre me trata como si fuera la mayor desgracia de la humanidad siendo que estoy haciendo su maldito trabajo! - ella lanzó las manos al cielo- Pero ¡claro! ¡¿Qué debía de esperar del mismo ser que sacrificó a su propio hijo en la cruz por seres tan inútiles, blasfemos, hipócritas y pecadores como son los humanos!? ¡Aborrezco ser de su misma especie! ¡Aborrezco haber servido a un Dios tan tirano y machista que de Santo no tiene nada!